México
¿Un Consejo Metropolitano de Cultura?
En días pasados se dio a conocer la intención de la Secretaría de Cultura de conformar un Consejo Metropolitano...
En días pasados se dio a conocer la intención de la Secretaría de Cultura de conformar un Consejo Metropolitano. La iniciativa puede ser exitosa si está orientada bajo el modelo de gestión pública por impacto, esto es, no en términos de cobertura donde todo se resuelve con transferencias de recursos, sino en mejorar la eficiencia de los servicios de manera subsidiaria y mejorar la calidad de vida a las personas a través, en este caso, de la cultura, lo cual implica construir indicadores de desempeño.
El modelo de gestión pública por impacto está orientado a superar la desigualdad, a crear capital humano, compensación social y cohesión. Busca subsidiar la demanda a través de cofinanciamiento, focalización de los problemas a resolver y está centrado no en el costo beneficio, sino en el costo impacto: en la generación de desarrollo humano. Si la propuesta del Consejo Metropolitano de Cultura está pensada bajo este modelo de gestión, podría ser el primer modelo metropolitano exitoso en Jalisco, pues ni el servicio de seguridad pública, que no pasa de ser una intención, ni el aseo público, ni mucho menos el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), que en este momento está en números rojos, lo han logrado. Ahora bien, la cultura no es propiamente un servicio público, el servicio en todo caso es el fomento y desarrollo de ésta como parte de los servicios educativos. El problema de este tipo de figuras es que cada municipio tiene su propia dinámica cultural, sus propios intereses y sus propios compromisos. Al final se impone la inmediatez coyuntural de corte político; espero equivocarme.
Las zonas metropolitanas del Distrito Federal, Monterrey y Guadalajara comparten un consumo cultural casi similar, sin embargo ninguna de las tres ha logrado conformar una política cultural metropolitana. En el Distrito Federal en su momento López Obrador decidió descentralizar los recursos económicos para la cultura a las delegaciones, generando con ello una política cultural desarticulada debido precisamente a intereses políticos.
Guadalajara tiene un Consejo Municipal para la Cultura y las Artes desde hace menos de un año, y Jalisco tiene al Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (CECA) con sus atribuciones en el título V de la Ley de Fomento a la Cultura, misma que establece como una de sus facultades, la de “Ejercer funciones de asesoría y consulta sobre el diseño de programas y acciones que le sean presentadas por el Secretario de Cultura, o en su caso por los municipios”; así como proponer criterios de coordinación y ejecución de acciones encaminadas a incrementar la acción gubernamental en materia de cultura.
Espero equivocarme, pero si se está pensando en términos de cobertura, el pretendido Consejo Metropolitano de Cultura servirá sólo para acentuar las diferencias existentes entre los municipios de la Zona Conurbada de Guadalajara.
POR CARLOS LARA G.
Correo electónico: 48.carlos@gmail.com
El modelo de gestión pública por impacto está orientado a superar la desigualdad, a crear capital humano, compensación social y cohesión. Busca subsidiar la demanda a través de cofinanciamiento, focalización de los problemas a resolver y está centrado no en el costo beneficio, sino en el costo impacto: en la generación de desarrollo humano. Si la propuesta del Consejo Metropolitano de Cultura está pensada bajo este modelo de gestión, podría ser el primer modelo metropolitano exitoso en Jalisco, pues ni el servicio de seguridad pública, que no pasa de ser una intención, ni el aseo público, ni mucho menos el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), que en este momento está en números rojos, lo han logrado. Ahora bien, la cultura no es propiamente un servicio público, el servicio en todo caso es el fomento y desarrollo de ésta como parte de los servicios educativos. El problema de este tipo de figuras es que cada municipio tiene su propia dinámica cultural, sus propios intereses y sus propios compromisos. Al final se impone la inmediatez coyuntural de corte político; espero equivocarme.
Las zonas metropolitanas del Distrito Federal, Monterrey y Guadalajara comparten un consumo cultural casi similar, sin embargo ninguna de las tres ha logrado conformar una política cultural metropolitana. En el Distrito Federal en su momento López Obrador decidió descentralizar los recursos económicos para la cultura a las delegaciones, generando con ello una política cultural desarticulada debido precisamente a intereses políticos.
Guadalajara tiene un Consejo Municipal para la Cultura y las Artes desde hace menos de un año, y Jalisco tiene al Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (CECA) con sus atribuciones en el título V de la Ley de Fomento a la Cultura, misma que establece como una de sus facultades, la de “Ejercer funciones de asesoría y consulta sobre el diseño de programas y acciones que le sean presentadas por el Secretario de Cultura, o en su caso por los municipios”; así como proponer criterios de coordinación y ejecución de acciones encaminadas a incrementar la acción gubernamental en materia de cultura.
Espero equivocarme, pero si se está pensando en términos de cobertura, el pretendido Consejo Metropolitano de Cultura servirá sólo para acentuar las diferencias existentes entre los municipios de la Zona Conurbada de Guadalajara.
POR CARLOS LARA G.
Correo electónico: 48.carlos@gmail.com