México

Tras explosión, la PGR indaga robo de combustible

El Presidente Felipe Calderón ordena vigilancia permanente en San Martín Texmelucan y promete dar con los responsables

Tras explosión, la PGR indaga robo de combustible
PUEBLA (20/DIC/2010).- Tras la explosión en dos ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) que dejó al menos 28 muertos en San Martín Texmelucan, Puebla, la Procuraduría General de la República (PGR) inició una averiguación previa por el delito de robo de hidrocarburo.

La dependencia federal confirmó en un comunicado que integró el expediente penal AP/PGR/PUE/PUE-III/1116/2010 contra quien o quienes resulten responsables. Además informó que hay 52 lesionados, 83 viviendas dañadas y 32 destruidas.

Pemex registró 110 casos de tomas clandestinas en 2004 y cada año la cantidad aumenta. En 2005 contabilizaron 136; en 2006, 220; en 2007, 323; en 2008, 396, y el año pasado, 462.

El Presidente Felipe Calderón visitó San Martín Texmelucan y prometió dar con los responsables del siniestro y “castigarlos con todo el peso de la ley”. Además ordenó una vigilancia permanente y expresó sus más sentidas condolencias a los familiares de las personas que fallecieron.

El Mandatario estuvo en el Complejo Cultural Texmeluquense —que fue habilitado como albergue— y escuchó a las personas que se encontraban en el lugar. Minutos después giró las instrucciones para que se brinden los cuidados médicos necesarios a los heridos y se atienda a los deudos. “Vamos a estar al pendiente; están revisando, a través de técnicos el lugar, que no se tenga ningún riesgo, además de recuperar el combustible”.

“Era como el infierno”


La explosión ocurrió en la madrugada y de acuerdo con Pemex, el fuego fue controlado cinco horas después. Zoyla Pérez Cortés, de 27 años, afirma que se levantó a las 5:30 de la mañana debido a un potente olor extraño, “parecido a gasolina”. Contó que minutos más tarde su calle estalló en llamas y que su esposo derribó un muro para escapar junto con sus tres hijos por la parte trasera.

“Era como el mismo infierno lo que estábamos viviendo. Todo estaba cerrado en humo” narró con los ojos enrojecidos. Aun así reconoce que tuvieron suerte, aunque su cuñado sufrió quemaduras que lo tienen en el hospital.

José Luis Chávez, de 58 años, vive a unas 10 calles del lugar de la explosión, él también tiene suerte de contar lo que vivió. Con la voz entrecortada, narra que escuchó un par de estruendos “horribles” y que vio como algunas llamas se elevaron más de 10 metros. “Fue como si una bomba hubiera estallado en el subsuelo”.

La versión de secretario de Gobernación estatal, Valentín Meneses, es que el estallido ocurrió a las 05:30 horas, cuando un grupo de delincuentes pretendía extraer crudo de manera ilegal. “Se les salió de control por el alto grado de fuerza con la que sale el combustible”. Meneses agregó: “Diversas calles se empezaron a inundar de combustible, vino un chispazo y eran ríos de fuego lo que veíamos en las calles”.

San Martín Texmelucan parecía una zona de guerra, los cuerpos quemados y las calles destruidas parecían sacadas de una fotografía de Hiroshima y Nagasaki, o de Chernóbil.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) puso en operación el plan DN-III y desplegó a 159  militares para apoyar a la población.  

TELÓN DE FONDO

El saqueo de ductos


Desde Rosarito, Baja California, hasta el Sur de Chiapas, Petróleos Mexicanos (Pemex) se enfrenta a la instalación de tomas clandestinas en los ductos y oleoductos, secuestro de carros-tanque, asalto de pipas, extracción ilegal de materiales y equipo, todo con el fin de robar gasolinas y diesel, petróleo, petroquímicos, condensados y gas.

Un informe de la Gerencia de Seguridad Física de la paraestatal revela que el crimen organizado utiliza las mismas rutas de distribución que Pemex para vender el combustible que sustrae de los ductos, terminales de refinamiento y hasta refinerías.

El documento refiere que también existen operaciones ilegales en las terminales de Salinas Cruz, Oaxaca, y Tuxpan, Veracruz, de donde salen los productos que abastecen todas las terminales portuarias del litoral del Pacífico e incluso para exportación hacia Estados Unidos, así como las zonas del Norte de Puebla y Veracruz, y Centro y Altiplano (Bajío).

Incluso en junio pasado     Pemex interpuso una demanda ante la Corte Federal de Distrito de Houston, Texas, para frenar la compra de condensado de parte de compañías norteamericanas y que es robado por grupos delictivos en México.

En esa ocasión, la paraestatal informó que grupos delictivos se han centrado en el robo de este hidrocarburo proveniente de los campos de la región de Burgos, en Tamaulipas.

De acuerdo con la investigación realizada entre ambos países, las empresas BASF Corporation y Murphy Energy Corporation han alentado el tráfico ilícito en Estados Unidos al comprar condensado robado. Otras empresas involucradas son Trammo Petroleum Inc., Valley Fuels y US Petroleum Depot, Inc., junto con otras personas.

De acuerdo con cifras oficiales, el daño patrimonial para el país derivado de la ordeña de ductos se calcula en más de 30 mil millones de pesos anuales.

CRONOLOGÍA

19 de noviembre de 1984

Las explosiones de San Juan Ixhuatepec fueron una cadena de detonaciones ocurridas en una de las plantas de almacenamiento y distribución de gas de Pemex en Tlalnepantla, Estado de México. Comenzaron a las 5:45 horas. El accidente provocó la muerte de entre 500 y 600 personas, que fueron enterradas en fosas comunes y un aproximado de dos mil heridos.

22 de abril de 1992
En Guadalajara, explotan ocho kilómetros de calles en el Sector Reforma, a consecuencia de la acumulación de gas metano en el sistema de alcantarillado, aunque Petróleos Mexicanos (Pemex) responsabilizó a una aceitera.
Recientemente el gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, apuntó a la paraestatal como principal culpable, y a Guillermo Cosío Vidaurri, mandatario estatal en esa época, de no haber atendido las alertas de la población.

21 de enero de 2007
En Tabasco, explota el etanoducto de 12 pulgadas de diámetro de Pemex, cuyas llamas destruyeron siete viviendas, una torre de electricidad de alta tensión y seis hectáreas de cultivos. Evacuan a 378 habitantes.

5 de julio de 2007

Se colapsan en Salamanca y Celaya ductos de Pemex, por acciones terroristas del Ejército Popular Revolucionario (EPR).

10 de julio de 2007
En Coroneo, Querétaro, se suscita otra explosión en instalaciones de Pemex, también provocada por el EPR.

10 de septiembre de 2007
En Veracruz, el Ejército Popular Revolucionario (EPR), detona varias cargas explosivas en ductos de Pemex.

11 de septiembre de 2007
En Tlaxcala, el grupo guerrillero realiza acciones terroristas contra instalaciones de la paraestatal.

8 de septiembre de 2010
Explosión en la refinería “Héctor R. Lara Sosa”, de Pemex, en Cadereyta, Nuevo León, por fuga en un compresor de recirculación de hidrógeno de la planta hidrodesulfuradora de gasóleos deja un muerto y 10 lesionados.

La Cámara alta endurece sanciones

El Senado impulsa freno al robo de hidrocarburos

CIUDAD DE MÉXICO.-
El Senado aprobó una reforma para castigar por primera vez a quienes dañen la industria petrolera con el robo, transportación o posesión ilícita de combustible, con penas que oscilan de seis meses a 10 años de prisión.

Durante la negociación de este dictamen en la Cámara alta —que aún tiene que ser ratificado por la Cámara de Diputados para entrar en vigor— Petróleos Mexicanos (Pemex) informó a los legisladores que en 2009 detectó 462 tomas clandestinas en oleoductos, y hasta el 8 de marzo de este año, sólo 122.

El senador panista Alejandro González Alcocer, uno de los tres promotores de esta reforma, consideró que la explosión en Puebla, donde murieron 27 personas, deja claro “la urgencia de ponerle remedio a este problema”.

El pasado 9 de diciembre el Senado de la República aprobó con 81 votos reformas para tipificar como delito grave el robo de hidrocarburos.

Así, se sancionará con una pena de seis meses a dos años de prisión y 500 mil días de multa a quien resguarde de manera ilícita petróleo crudo o hidrocarburos refinados, procesados o derivados en una cantidad menor a 300 litros.
Cuando la cantidad sea mayor a los 300 litros pero menor a mil, se impondrán de dos a cuatro años de prisión. Y cuando la cantidad sea igual o mayor a mil litros, habrá de cuatro a 10 años de prisión y de mil a 12 mil días de multa.

Además, se castigará de tres a 10 años de prisión a quien altere los instrumentos de medición utilizados para enajenar o suministrar los hidrocarburos refinados, su proceso o sus derivados.

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