México
ROTONDA del jueves 9 de diciembre del 2010
.
Comenta en: facebook.com/elinformador
Plan b por Lydia Cacho
El niño sicario
Es un niño, flacucho que se muerde los labios con la ansiedad de quien se ve forzado a explicar su comportamiento frente a periodistas que no se preocupan por cubrir su rostro. A cada pregunta baja la mirada, los hombros caídos, las manos restregándose, mira de reojo a los adultos que le rodean y que sin abogado o tutor presente han decidido hacerle un juicio mediático. Rodeado de soldados armados, este niño no sólo fue arrebatado de su infancia por Jesús Radilla Hernández (a) “El Negro”, nuevo líder del cártel del Pacífico Sur (CPS, Beltrán Leyva en Morelos); además fue linchado moralmente en un espectáculo mediático. La noticia plagada de exageraciones le dio la vuelta al mundo.
LEER ARTÍCULO COMPLETO, AQUÍ
Historias de reportero por Carlos Loret de Mola A.
Los títeres de Paty Flores
Para amenizar la fiesta del Centenario de la Revolución, el Gobierno federal contrató a una compañía de títeres gigantes de Bélgica para presentarse en el desfile de la Ciudad de México. El expediente es mucho más que un cuento de marionetas. Según fuentes muy bien informadas, cerró el trato la entonces jefa de la Oficina de la Presidencia, Patricia Flores, que firmó un pago de ¡90 millones de pesos! que asignó para que aparecieran en el Paseo de la Reforma los monigotes de hasta nueve metros de altura. Sí, 90 millones de pesos en títeres.
LEER ARTÍCULO COMPLETO, AQUÍ
Tronera por Salvador Camarena
Esas cosas no se hacen, mano
La frase del título de esta entrega es de Felipe Calderón Hinojosa. Se la dijo el viernes pasado a Óscar Mario Beteta, y aunque se refería a la filtración de documentos de WikiLeaks a cinco organizaciones periodísticas, se puede usar para aplicársela al propio Presidente y a los panistas, que celebran sus 10 años en el poder, y los dos primeros tercios del calderonismo en Los Pinos.
LEER ARTÍCULO COMPLETO, AQUÍ
Aparador por Sergio René de Dios Corona
Tiempos violentos
Cuando una o más personas son ejecutadas en Culiacán, Sinaloa, nadie se acerca al cadáver o cadáveres. Ni periodistas ni paramédicos ni policías municipales ni peritos forenses ni el Ministerio Público ni los vecinos. Nadie. Todos esperan a que lleguen elementos del Ejército Mexicano. Los militares son la única garantía de que, cada quien, podrá cumplir con relativa protección su objetivo: recabar información para sus medios, atender posibles heridos, acordonar la zona, recoger cuerpos sin vida, comenzar la averiguación previa o fisgonear. El riesgo de arrimarse es ser baleados por sicarios que aún ronden la escena del crimen, sean los ejecutores o pistoleros de la banda contraria.
LEER ARTÍCULO COMPLETO, AQUÍ
Plan b por Lydia Cacho
El niño sicario
Es un niño, flacucho que se muerde los labios con la ansiedad de quien se ve forzado a explicar su comportamiento frente a periodistas que no se preocupan por cubrir su rostro. A cada pregunta baja la mirada, los hombros caídos, las manos restregándose, mira de reojo a los adultos que le rodean y que sin abogado o tutor presente han decidido hacerle un juicio mediático. Rodeado de soldados armados, este niño no sólo fue arrebatado de su infancia por Jesús Radilla Hernández (a) “El Negro”, nuevo líder del cártel del Pacífico Sur (CPS, Beltrán Leyva en Morelos); además fue linchado moralmente en un espectáculo mediático. La noticia plagada de exageraciones le dio la vuelta al mundo.
LEER ARTÍCULO COMPLETO, AQUÍ
Historias de reportero por Carlos Loret de Mola A.
Los títeres de Paty Flores
Para amenizar la fiesta del Centenario de la Revolución, el Gobierno federal contrató a una compañía de títeres gigantes de Bélgica para presentarse en el desfile de la Ciudad de México. El expediente es mucho más que un cuento de marionetas. Según fuentes muy bien informadas, cerró el trato la entonces jefa de la Oficina de la Presidencia, Patricia Flores, que firmó un pago de ¡90 millones de pesos! que asignó para que aparecieran en el Paseo de la Reforma los monigotes de hasta nueve metros de altura. Sí, 90 millones de pesos en títeres.
LEER ARTÍCULO COMPLETO, AQUÍ
Tronera por Salvador Camarena
Esas cosas no se hacen, mano
La frase del título de esta entrega es de Felipe Calderón Hinojosa. Se la dijo el viernes pasado a Óscar Mario Beteta, y aunque se refería a la filtración de documentos de WikiLeaks a cinco organizaciones periodísticas, se puede usar para aplicársela al propio Presidente y a los panistas, que celebran sus 10 años en el poder, y los dos primeros tercios del calderonismo en Los Pinos.
LEER ARTÍCULO COMPLETO, AQUÍ
Aparador por Sergio René de Dios Corona
Tiempos violentos
Cuando una o más personas son ejecutadas en Culiacán, Sinaloa, nadie se acerca al cadáver o cadáveres. Ni periodistas ni paramédicos ni policías municipales ni peritos forenses ni el Ministerio Público ni los vecinos. Nadie. Todos esperan a que lleguen elementos del Ejército Mexicano. Los militares son la única garantía de que, cada quien, podrá cumplir con relativa protección su objetivo: recabar información para sus medios, atender posibles heridos, acordonar la zona, recoger cuerpos sin vida, comenzar la averiguación previa o fisgonear. El riesgo de arrimarse es ser baleados por sicarios que aún ronden la escena del crimen, sean los ejecutores o pistoleros de la banda contraria.
LEER ARTÍCULO COMPLETO, AQUÍ