México

Mayo, madres y maestros

El mes en curso nos ofrece un mosaico de peculiaridades insertas en usos y costumbres, a partir de festejos nacionales adoptados por la tradición

El mes en curso nos ofrece un mosaico de peculiaridades insertas en usos y costumbres, a partir de festejos nacionales adoptados por la tradición. El desfile del Día del Trabajo pasó al recuerdo de luchas emancipadoras de la explotación y liderazgos congruentes a las circunstancias urbanas, de la población enfocada a la obtención de empleo justamente remunerado y suficiente para la cobertura de sus necesidades y nuevos requerimientos.

El Día de las Madres está vigente a pesar de los cambios. La mujer y más aún la madre, asumió un desempeño diferente y bruscamente ha pasado a compartir responsabilidades económicas en el hogar. La incorporación de la mujer al trabajo fuera de casa es fenómeno que adicionó, en muchos casos, a sus obligaciones maternas y domésticas. Esto la hace más apreciable y valiosa en el contexto de la sociedad actual.

El Día del Maestro conduce al examen del nivel educativo evidentemente deteriorado. La propuesta de erradicar el analfabetismo queda corta en el terreno de la irrenunciable competitividad internacional. La tecnología aporta a cada instante nuevos parámetros de competitividad, sin que se vea la pronta posibilidad redentora eficiente y eficaz reductora del rezago. De las causas se da cuenta diaria a través de los medios de comunicación y las consecuencias también en el crecimiento de la ilegalidad.

El merecido homenaje a las madres abriga la expresión sentimental sincera y esfuerzo económico, con adicional derrama al comercio para el que constituye uno de los desplazamientos más importantes de inventario. Así lo concibió hace casi un siglo su creador Rafael Alducin, director de un medio de comunicación impresa. Está vigente, convertida en tradición continuada con aprecio por gobernantes y autoridades.

El reconocimiento, como la atención materna a los menores y su extensión escolar son tan altas como significativas, dada su trascendencia en la sociedad. Mayo es crisol expositor de realidades sustanciales: Madre y hogar, maestro y escuela conducen a la reflexión de cambios adecuados al nuevo contexto de anhelos y reclamos, ya no únicamente como aspiración sino respuesta imperativa.

El nivel académico está disminuido y la raíz está en la obligada dispersión de esfuerzos maternos en el hogar. También es atribuible a la falta de actualización de los mentores, métodos y herramientas de enseñanza para el aprendizaje y enseñanzas de las nuevas disciplinas impuestas por modernas tecnologías. Por y para ambos se imponen nuevos senderos de entendimiento y aplicación de políticas públicas al cumplimiento de su responsabilidad.

Dios nos guarde de la discordia.

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