México

Los paradigmas se hicieron viejos

Hoy, los medios son actores, proponen información generada por redes ciudadanas, apuestan por obras públicas, aplauden la muerte de Bin Laden y defienden eventos específicos

No es posible que todos, absolutamente todos los jaliscienses, tengan hoy a Lady Gaga como único tema de conversación, así que para los cuatro que no quieren hablar de ese fenómeno de fama (o que ya agotaron el punto y están intelectualmente extenuados), aquí hay otro tópico: las ideas viejas sobre los periodistas imparciales.

Viene a cuento por tres motivos: primero, porque ayer fue Día de la Libertad de Expresión (bueno, ése es sólo un pretexto); segundo, porque ayer este diario publicó un editorial que ofrece al propio periódico como espacio para todos los ciudadanos que quieren ver en Jalisco los Juegos Panamericanos y, tercero, porque el periódico El Universal ha puesto sobre la mesa su propio portal para que los ciudadanos formen una asombrosa base de datos.

A ver, vamos por partes. Lo de EL INFORMADOR vale la pena explicarlo: este diario tiene una apuesta institucional explícita por los Juegos Panamericanos como un acontecimiento deportivo importantísimo para el Estado. Abiertamente ha sostenido esta postura y ha buscado, en la medida en que la naturaleza de un diario lo permite, abstenerse de hacer eco a la oposición cuando no hay fundamentos.

Ayer, el diario dejó claro en su editorial, que sólo publica cuando el asunto lo amerita, que a partir de ahora abre las puertas a todos los ciudadanos que no tienen micrófono, que no hacen ruedas de prensa y que no interponen amparos desechables, para que empujen la justa deportiva. Todavía falta ver cómo instrumentará eso, pero el primer paso está dado.

En otra latitud, en la Ciudad de México, el periódico amigo El Universal ha optado por participar también como actor en un fenómeno público: la inseguridad cotidiana. Más allá de los lineamientos que ha adoptado para cubrir la violencia, esta semana puso a disposición de sus lectores capitalinos una herramienta virtual asombrosa: un mapa delictivo interactivo.

Para los citadinos, este sencillo instrumento es valiosísimo: cada quien pone en dónde fue asaltado y se va formando un diagnóstico georreferenciado de los delitos más comunes: asalto a transeúnte, robo de auto, robo en transporte público, robo a casa habitación.

Lo maravilloso del mapa (está en la sección Metrópoli) es que además ofrece la descripción que van poniendo los lectores y eso es como si uno tuviera acceso a las denuncias de otros ciudadanos, pues se leen cosas como: en el semáforo de tal cruce, hay un grupo de sujetos que aprovechan el alto para robar a los automovilistas, se pone el siga, corren en sentido contrario y se meten en la calle tal. ¡Maravilloso! Un ciudadano no necesita saber la estadística agregada: quiere saber por dónde van los malandros, cosa que debería ser de utilidad, además, para la Policía.

Hoy, los medios son actores, proponen información generada por redes ciudadanas, apuestan por obras públicas, aplauden la muerte de Bin Laden y defienden eventos específicos. Los paradigmas informativos ya se hicieron viejos.

Temas

Sigue navegando