México

Había 16 balas en el techo del cine donde murió niño

La cadena descarta colocar detectores de metal en los complejos, debido a que el disparo no ocurrió dentro de la sala

CIUDAD DE MÉXICO (15/NOV/2012).- Además de la bala que mató al menor Hendrick el pasado 2 de noviembre en el Cinépolis de Plaza Ermita.

En el techo del complejo cinematográfico había otros 16 elementos balísticos, encontrados en diferentes fechas por un empleado de mantenimiento.

Estos hallazgos son distintos a los dos elementos encontrados por la dependencia, uno calibre .9 milímetros, el cual hizo blanco en la cabeza del menor, y otro, .38, también encontrados sobre la parte superior del inmueble, hecho con base de lámina y plafón.

La Subprocuraduría de Averiguaciones Previas Centrales, a través de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención del Delito de Homicidio, informó que después de rendir testimonio, el empleado de mantenimiento señaló que cuando pasan las festividades populares es común encontrar balas.

El pasado 2 de noviembre, el menor Hendrick acudió con su papá a la Plaza Ermita a ver la película “Ralph el Demoledor”. Aproximadamente media hora después del inicio de la función, escuchó un zumbido cerca de su oído y descubrió que su hijo empezaba a convulsionarse.

El gerente operacional le indicó a uno de los empleados que checara el techo de la Sala 2 para verificar la existencia de algún desperfecto porque algo le había caído a un niño.

El empleado declaró que de forma común, al pasar un día feriado, le indicaban que había goteras en el techo de alguna de las salas y encontraba ojivas. Las balas encontradas en diferentes fechas las guardó en una caja.

Los 16 elementos balísticos fueron embalados para su estudio en el laboratorio de Balística.

El menor fue trasladado a un hospital y dos días después murió debido a los daños que le provocó un impacto de bala que entró por su cabeza.

Alejandro Ramírez, director de Cinépolis, confirmó la presencia de balas en el techo, pero descartó que se vayan a colocar detectores de metales dentro de los complejos debido a que el incidente no se generó dentro de la sala del complejo.

Para culminar las indagatorias, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) montó un dispositivo policial compuesto por medio millar de elementos de la Policía de Investigación, adscritos a la Jefatura General, Dirección General de Investigación, Operativo Cazadores, así como de la Dirección General de Investigación de las fiscalías centrales y desconcentradas, además del personal del Grupo Especial de Reacción e Intervención (GERI).

Las acciones consisten, entre otras, en recorridos pie-tierra del personal de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, casa por casa, sin menoscabo de las colonias colindantes, a efecto de entrevistar a los vecinos de la zona.

La Policía de Investigación aplica preguntas específicas a los habitantes de la zona para reunir información que pudieran ayudar a resolver el homicidio del infante.

Personal de esta institución realiza una búsqueda de personas, armas y vehículos que pudieran estar relacionadas con alguna averiguación previa.

El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, dijo que el caso no puede quedar impune y se debe encontrar al responsable. “Lo que necesitamos ahorita, es ubicar exactamente qué ocurrió y llegar al responsable”.

PARA SABER
El accidente, a detalle


El proyectil extraído de la cavidad craneana del menor fue enviado al laboratorio de balística y se determinó que el calibre es 9 milímetros.

De acuerdo con el protocolo de necropsia, el proyectil entró por la región parietal del lado derecho, con trayecto de arriba abajo, de derecha a izquierda y ligeramente de adelante hacia atrás.

Como resultado de los dictámenes periciales en materia de Criminalística se desprende que el proyectil que recibió el menor no fue disparado en el interior de la Sala 2.

De la inspección ocular realizada en el techo de la Sala 2, peritos en Criminalística ubicaron un orificio que atraviesa la lámina y el plafón.

En el techo de la sala se localizó otro proyectil, el cual fue enviado para su estudio al laboratorio de Balística y del resultado se estableció que corresponde a calibre 9 milímetros.

Por la dirección y análisis de caída, el orificio corresponde al asiento 16 de la fila G, donde peritos químicos encontraron rastros hemáticos.

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