México
El daño está hecho
Después del niño ahogado, buscarán tratar de enmendar la plana para ayudar a todos los adictos al juego...
Después del niño ahogado, buscarán tratar de enmendar la plana para ayudar a todos los adictos al juego —también conocidos como ludópatas— de la ciudad de Guadalajara y su zona metropolitana, luego de que en los últimos años las empresas de juego han asentado sus reales aquí y en prácticamente toda la República Mexicana, dejando tras de ellas una estela de familias con serios problemas de diversa índole.
El tiempo da la razón a quienes en su momento opinamos que el establecimiento de casinos en México —y particularmente en la capital tapatía— sería un error que habría de pagarse muy caro, pues a la vuelta de la esquina ya se están detectando las primeras consecuencias de la osadía de pretender ser una metrópoli dizque con todas las de la ley.
Claro está que en esta ocasión también el poder del dinero, combinado con los enjuagues y ambiciones políticas, acalló las voces de los inconformes, augurando grandes inversiones, creación de fuentes de empleo al por mayor y un fuerte atractivo para los turistas. Vaya, hasta se llegó a señalar que México estaba rezagado en el concierto internacional, pues era uno de los tres únicos países en América Latina que no contaba con “tan excelsa herramienta productora de dinero” (sí, pero ¿para quiénes?).
Y ahora resulta que el Ayuntamiento tapatío buscaría crear un área específica en materia de salud pública, además de modificar el reglamento de Salud, a fin de poder atender a todas aquellas personas que han sido “secuestradas” por el vicio del juego, lo que entre otras cosas ha provocado que sus familias se transformen en verdaderos “infiernos”, pues ahora ya no saben cómo parar la adicción, que por cierto es tan fuerte y tan seria como cualquier otra, y en la que desafortunadamente muchas amas de casa han caído.
“Qué tanto es tantito”, empiezan diciendo quienes buscan una probadita y tratan de hacerse ricos “fácil” o por lo menos “para pasar el rato”, luego ya no hayan ni cómo salir del vicio. Y eso sin contar a todas las mafias que acarrean este tipo de negocios, que bien vale aclarar, dichas mafias se forman a la par, no que sean las empresas las que las organizan —ojalá—. Y ahora resulta que del erario se habrán de gastar recursos para atenderlos.
Lo que llama la atención, es que Ricardo Ríos Bojórques, hoy regidor panista, presente la iniciativa para atender a los ludópatas, y ha dicho que buscará que el Legislativo tome cartas en el asunto, pero cuando él era diputado, las cosas pasaron y los casinos ya están aquí.
POR CUAUHTÉMOC CISNEROS MADRID
Correo electrónico: ccmadrid@att.net.mx
El tiempo da la razón a quienes en su momento opinamos que el establecimiento de casinos en México —y particularmente en la capital tapatía— sería un error que habría de pagarse muy caro, pues a la vuelta de la esquina ya se están detectando las primeras consecuencias de la osadía de pretender ser una metrópoli dizque con todas las de la ley.
Claro está que en esta ocasión también el poder del dinero, combinado con los enjuagues y ambiciones políticas, acalló las voces de los inconformes, augurando grandes inversiones, creación de fuentes de empleo al por mayor y un fuerte atractivo para los turistas. Vaya, hasta se llegó a señalar que México estaba rezagado en el concierto internacional, pues era uno de los tres únicos países en América Latina que no contaba con “tan excelsa herramienta productora de dinero” (sí, pero ¿para quiénes?).
Y ahora resulta que el Ayuntamiento tapatío buscaría crear un área específica en materia de salud pública, además de modificar el reglamento de Salud, a fin de poder atender a todas aquellas personas que han sido “secuestradas” por el vicio del juego, lo que entre otras cosas ha provocado que sus familias se transformen en verdaderos “infiernos”, pues ahora ya no saben cómo parar la adicción, que por cierto es tan fuerte y tan seria como cualquier otra, y en la que desafortunadamente muchas amas de casa han caído.
“Qué tanto es tantito”, empiezan diciendo quienes buscan una probadita y tratan de hacerse ricos “fácil” o por lo menos “para pasar el rato”, luego ya no hayan ni cómo salir del vicio. Y eso sin contar a todas las mafias que acarrean este tipo de negocios, que bien vale aclarar, dichas mafias se forman a la par, no que sean las empresas las que las organizan —ojalá—. Y ahora resulta que del erario se habrán de gastar recursos para atenderlos.
Lo que llama la atención, es que Ricardo Ríos Bojórques, hoy regidor panista, presente la iniciativa para atender a los ludópatas, y ha dicho que buscará que el Legislativo tome cartas en el asunto, pero cuando él era diputado, las cosas pasaron y los casinos ya están aquí.
POR CUAUHTÉMOC CISNEROS MADRID
Correo electrónico: ccmadrid@att.net.mx