México
Critica Cardenal propuesta de pena de muerte a secuestradores
Asegura Norberto Rivera Carrera que la misericordia “es la única capaz de romper la espiral de la violencia y la venganza”
CIUDAD DE MÈXICO.- El cardenal
Norberto Rivera Carrera criticó las propuestas de aplicar la pena de muerte a secuestradores y aseguró que la misericordia "es la única capaz de romper la espiral de la violencia y la venganza".
Sin embargo, aclaró que el "perdón" no significa que se que ceda la lucha contra la injusticia y la impunidad ni se acepte el mal.
En su homilía en la Catedral Metropolitana, el arzobispo primado de México no se refirió directamente a la pena de muerte sino que hizo referencia a la "ley del talión, la del ojo por ojo y diente por diente, la que prohibe vengarse más allá del mal recibido".
"Se ha propuesto matar a aquellos que matan a otro, que lo han secuestrado y que lo liquidan y pensamos que eso ya sería mucho", manifestó.
Aseguró que el siglo pasado se caracterizó por "una violencia social donde la crueldad y la barbarie parecía que no tenía límites.
"Con el cambio de siglo las cosas no han cambiado y quizá por esto mismo, aunque le mensaje no sea atractivo ni de moda, es un mensaje de actualidad y de una necesidad impresionante", dijo.
Afirmó que en la capacidad de perdonar "nos juzgamos en ser o no cristianos".
"Ya ni siquiera la justicia por ser tan importante basta para restablecer el tejido social tantas veces roto", señaló.
Sin embargo, aclaró que el "perdón" no significa que se que ceda la lucha contra la injusticia y la impunidad ni se acepte el mal.
En su homilía en la Catedral Metropolitana, el arzobispo primado de México no se refirió directamente a la pena de muerte sino que hizo referencia a la "ley del talión, la del ojo por ojo y diente por diente, la que prohibe vengarse más allá del mal recibido".
"Se ha propuesto matar a aquellos que matan a otro, que lo han secuestrado y que lo liquidan y pensamos que eso ya sería mucho", manifestó.
Aseguró que el siglo pasado se caracterizó por "una violencia social donde la crueldad y la barbarie parecía que no tenía límites.
"Con el cambio de siglo las cosas no han cambiado y quizá por esto mismo, aunque le mensaje no sea atractivo ni de moda, es un mensaje de actualidad y de una necesidad impresionante", dijo.
Afirmó que en la capacidad de perdonar "nos juzgamos en ser o no cristianos".
"Ya ni siquiera la justicia por ser tan importante basta para restablecer el tejido social tantas veces roto", señaló.