México

Advierte Arquidiócesis que pagará el costo por defender la vida

La editorial encabezada por el cardenal Norberto Rivera Carrera enfatizó que una Iglesia muda no sirve ni a Dios ni a los hombres

CIUDAD DE MÉXICO.- La Arquidiócesis de México advirtió que nadie le puede negar a la Iglesia Católica el derecho a hablar y a condenar el aborto, y si por ello debe pagar un costo, "asumirá las consecuencias de su misión".  

En el editorial "Pagará Iglesia costo por defender la vida" que difundió en su página de Internet, el órgano que encabeza el cardenal Norberto Rivera Carrera enfatizó que "una Iglesia muda no sirve ni a Dios ni a los hombres" y esa posición es inamovible.  

"El aborto es y será siempre el más abominable de los asesinatos y si por denunciarlo la Iglesia tiene que pagar un costo, está decidida a asumir las consecuencias de su misión, pues los mártires no son para la Iglesia su desgracia, sino su gloria", sostuvo.   

Aseguró que las críticas y juicios morales vertidos por Rivera Carrera sobre "la ley criminal del aborto" no atentan contra el Estado laico, a pesar de que algunos legisladores señalan lo contrario.  

Refirió que la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, en su capítulo 29, de las infracciones y sanciones parágrafo 10, establece que constituye infracción oponerse a las leyes del país o a sus instituciones en reuniones públicas.  

"Es preciso aclararles a nuestros ignorantes enemigos que criticar o emitir juicios morales, no es lo mismo que oponerse. El cardenal jamás ha llamado a la rebelión ni siquiera a la desobediencia de una ley tan inicua como la que despenaliza el aborto", enfatiza.  

Aseguró que el cardenal sólo apeló a la conciencia de médicos y enfermeras para que al hacer uso de la objeción de conciencia que contempla la misma Ley de Salud local, "se nieguen a convertirse en homicidas al practicar el abominable acto del aborto".  

Aún así, la Arquidiócesis sostuvo que "nadie le puede negar a la Iglesia el derecho a hablar. Nadie la puede privar de su misión profética de denunciar el mal y el pecado. Nadie la podrá obligar a llamar bien al mal y mal al bien, aunque así lo decida una Suprema Corte".

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