Jalisco
Tapatíos cuestionan que la ciudad deba repoblarse
Vecinos de las colonias Lafayette, Arcos Vallarta, Providencia Sur y Americana, en desacuerdo con el proyecto
GUADALAJARA, JALISCO (19/OCT/2011).- Luego de que el Ayuntamiento de Guadalajara señalara los planes para repoblar el municipio, dado que en éste se han perdido más de 150 mil habitantes en las últimas dos décadas, pobladores de la ciudad, principalmente de las colonias Lafayette, Arcos Vallarta, Providencia Sur y Americana, cuestionan que dichos planes tengan un beneficio para la urbe.
Como muestra de la inconformidad, Froilán Mejía, vecino de la Colonia Lafayette, mencionó que el proyecto alteraría la densidad poblacional de 270 habitantes y 54 viviendas por hectárea, para incrementarse a casi el triple en el caso de las viviendas (666 por hectárea) y más de seis veces respecto a los pobladores (330 por hectárea).
Aunado a lo anterior, Eugenia de Alba, de la Colonia Providencia Sur, expresó que en su colonia en específico en el año 2003 el 80% de las construcciones eran viviendas unifamiliares, en la actualidad esta cifra se redujo al 40%, en una tendencia que seguiría con la consideración de más departamentos, comercios y servicios.
“Yo me cuestiono, en realidad, si es necesario que Guadalajara se repueble; me lo cuestiono porque yo no veo que sea una necesidad realmente de las personas, de los ciudadanos, que digamos -es que queremos que venga más gente aquí-, es una insistencia de las autoridades que quieren que se repueble la ciudad pero probablemente porque ellos quieren más ingresos en cuanto a predial, licencias, pero me pregunto, ¿eso necesita la ciudad? ¿Lo que ellos determinan, lo que ellos creen que tiene que ser, es lo que la realidad está pidiendo?, yo no lo veo”, dijo Mejía.
Autoridades como el propio Ayuntamiento y el Consejo Estatal de Población (Coepo) han expresado que el despoblamiento de la ciudad, y por lo tanto, de sus colonias, trae consigo el debilitamiento de las dinámicas económicas barriales (¿para qué tiendas, estéticas, carnicerías, y otros tantos comercios si nadie vive ahí?); del tejido social mismo con espacios deshabitados; del decaimiento y subutilización de la infraestructura pública hecha con impuestos de la sociedad (escuelas, banquetas, parques, etc); lo que, finalmente, termina por crear condiciones favorables para la inseguridad pública.
Otro punto que cuestionan los vecinos es que el Ayuntamiento no les ha expuesto estudios que les demuestren que la infraestructura en específico de sus colonias es adecuada para la densificación, incluso, Javier Pagaza, de la Colonia Lafayette, anunció que están ideando la creación de un fondo o una fundación para la recolección de recursos que les permitan hacer, por su cuenta, este tipo de análisis para saber qué tanto aguantan los espacios donde viven.
Como muestra de la inconformidad, Froilán Mejía, vecino de la Colonia Lafayette, mencionó que el proyecto alteraría la densidad poblacional de 270 habitantes y 54 viviendas por hectárea, para incrementarse a casi el triple en el caso de las viviendas (666 por hectárea) y más de seis veces respecto a los pobladores (330 por hectárea).
Aunado a lo anterior, Eugenia de Alba, de la Colonia Providencia Sur, expresó que en su colonia en específico en el año 2003 el 80% de las construcciones eran viviendas unifamiliares, en la actualidad esta cifra se redujo al 40%, en una tendencia que seguiría con la consideración de más departamentos, comercios y servicios.
“Yo me cuestiono, en realidad, si es necesario que Guadalajara se repueble; me lo cuestiono porque yo no veo que sea una necesidad realmente de las personas, de los ciudadanos, que digamos -es que queremos que venga más gente aquí-, es una insistencia de las autoridades que quieren que se repueble la ciudad pero probablemente porque ellos quieren más ingresos en cuanto a predial, licencias, pero me pregunto, ¿eso necesita la ciudad? ¿Lo que ellos determinan, lo que ellos creen que tiene que ser, es lo que la realidad está pidiendo?, yo no lo veo”, dijo Mejía.
Autoridades como el propio Ayuntamiento y el Consejo Estatal de Población (Coepo) han expresado que el despoblamiento de la ciudad, y por lo tanto, de sus colonias, trae consigo el debilitamiento de las dinámicas económicas barriales (¿para qué tiendas, estéticas, carnicerías, y otros tantos comercios si nadie vive ahí?); del tejido social mismo con espacios deshabitados; del decaimiento y subutilización de la infraestructura pública hecha con impuestos de la sociedad (escuelas, banquetas, parques, etc); lo que, finalmente, termina por crear condiciones favorables para la inseguridad pública.
Otro punto que cuestionan los vecinos es que el Ayuntamiento no les ha expuesto estudios que les demuestren que la infraestructura en específico de sus colonias es adecuada para la densificación, incluso, Javier Pagaza, de la Colonia Lafayette, anunció que están ideando la creación de un fondo o una fundación para la recolección de recursos que les permitan hacer, por su cuenta, este tipo de análisis para saber qué tanto aguantan los espacios donde viven.