Jalisco
''Ni aunque gane''
La vocera de la Secretaría de la Función Pública (SFP), Alicia Cárdenas, es tajante en su advertencia
La vocera de la Secretaría de la Función Pública (SFP), Alicia Cárdenas, es tajante en su advertencia: en esa dependencia no tienen considerados como días de asueto las fechas en que juegue la Selección mexicana “ni aunque gane”.
Hay que decir, en primer lugar, que es muy probable que, excepto los burócratas federales (y en una de ésas hasta muchos de ellos), la inmensa mayoría de los mexicanos no tenga la menor idea de qué es ni para qué sirve la mentada SFP, por lo que las palabras admonitorias de la señora Cárdenas les habrán dejado con cara de “what?”, o lo que es lo mismo “¿y ésta qué se trae?”.
La ilustrísima SFP es la dependencia del Gobierno federal que, según su página de internet, tiene como las siguientes prioridades: “Promover la cultura de la legalidad y el aprecio por la rendición de cuentas; ampliar la cobertura, impacto y efecto preventivo de la fiscalización a la gestión pública; inhibir y sancionar las prácticas corruptas; articular estructuras profesionales, eficientes y eficaces del Gobierno; optimizar el uso y aprovechamiento de los inmuebles federales”.
Ahí como la ve, de todo esto se encargan los que trabajan en la mentada secretaría. Son, pues, los vigilantes de la enorme burocracia federal, los celosos guardianes de los recursos de los ciudadanos que se destinan a brindarles servicios a quienes demandan atención por parte de las diferentes dependencias del aparato gubernamental.
¿Cuánta gente trabaja en la burocracia federal? Dicen algunos investigadores y académicos que ése es uno de los secretos mejor guardados por los sucesivos gobiernos de las últimas décadas. Hace unas tres semanas, el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República reveló la punta del iceberg: En 10 años de gobiernos panistas el número de plazas de la “alta burocracia”, que recibe pagos millonarios y prestaciones elevadas, aumentó 19.24%, para pasar de 554 mil 197, en 2001, a 660 mil 848 en el presente año (El Universal, lunes 17 de mayo de 2010).
El punto es que, si bien no sabemos cuántos burócratas querrán poner como pretexto el Mundial de Futbol de Sudáfrica, y más concretamente los partidos de la Selección mexicana, para dedicarse a la holganza frente a un televisor, todos serán celosamente vigilados por la mirada escrutadora de la Secretaría de la Función Pública para que, por ningún motivo, dejen de chambear.
“No se van a extender permisos para llegar tarde, como ocurre en cualquier otra semana; las únicas ausencias justificables serán con comprobante médico”. Ahora que, la vocera de la SFP abrió la posibilidad de que si México llega al quinto partido de la eliminatoria (situación que nunca ha ocurrido en la vida), en las dependencias federales se analizaría la posibilidad de “relajar” unas horas la jornada laboral.
El secretario de la Función Pública, Salvador Vega, predicará con el ejemplo y durante la inauguración del Mundial estará en Guanajuato firmando un convenio con autoridades estatales.
De manera que están advertidos: “Ningún servidor público tiene que dejar de realizar un trámite o poner un sello porque la Selección Nacional está en la cancha, esto no se detendrá hasta que acabe la jornada laboral”. Así se forja al México ganador.
Hay que decir, en primer lugar, que es muy probable que, excepto los burócratas federales (y en una de ésas hasta muchos de ellos), la inmensa mayoría de los mexicanos no tenga la menor idea de qué es ni para qué sirve la mentada SFP, por lo que las palabras admonitorias de la señora Cárdenas les habrán dejado con cara de “what?”, o lo que es lo mismo “¿y ésta qué se trae?”.
La ilustrísima SFP es la dependencia del Gobierno federal que, según su página de internet, tiene como las siguientes prioridades: “Promover la cultura de la legalidad y el aprecio por la rendición de cuentas; ampliar la cobertura, impacto y efecto preventivo de la fiscalización a la gestión pública; inhibir y sancionar las prácticas corruptas; articular estructuras profesionales, eficientes y eficaces del Gobierno; optimizar el uso y aprovechamiento de los inmuebles federales”.
Ahí como la ve, de todo esto se encargan los que trabajan en la mentada secretaría. Son, pues, los vigilantes de la enorme burocracia federal, los celosos guardianes de los recursos de los ciudadanos que se destinan a brindarles servicios a quienes demandan atención por parte de las diferentes dependencias del aparato gubernamental.
¿Cuánta gente trabaja en la burocracia federal? Dicen algunos investigadores y académicos que ése es uno de los secretos mejor guardados por los sucesivos gobiernos de las últimas décadas. Hace unas tres semanas, el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República reveló la punta del iceberg: En 10 años de gobiernos panistas el número de plazas de la “alta burocracia”, que recibe pagos millonarios y prestaciones elevadas, aumentó 19.24%, para pasar de 554 mil 197, en 2001, a 660 mil 848 en el presente año (El Universal, lunes 17 de mayo de 2010).
El punto es que, si bien no sabemos cuántos burócratas querrán poner como pretexto el Mundial de Futbol de Sudáfrica, y más concretamente los partidos de la Selección mexicana, para dedicarse a la holganza frente a un televisor, todos serán celosamente vigilados por la mirada escrutadora de la Secretaría de la Función Pública para que, por ningún motivo, dejen de chambear.
“No se van a extender permisos para llegar tarde, como ocurre en cualquier otra semana; las únicas ausencias justificables serán con comprobante médico”. Ahora que, la vocera de la SFP abrió la posibilidad de que si México llega al quinto partido de la eliminatoria (situación que nunca ha ocurrido en la vida), en las dependencias federales se analizaría la posibilidad de “relajar” unas horas la jornada laboral.
El secretario de la Función Pública, Salvador Vega, predicará con el ejemplo y durante la inauguración del Mundial estará en Guanajuato firmando un convenio con autoridades estatales.
De manera que están advertidos: “Ningún servidor público tiene que dejar de realizar un trámite o poner un sello porque la Selección Nacional está en la cancha, esto no se detendrá hasta que acabe la jornada laboral”. Así se forja al México ganador.