Jalisco
Atropellan a un hombre en la colonia Echeverría
De acuerdo a testigos, el conductor de un camión repartidor de agua no se percató de la presencia del hombre y lo arrolla
GUADALAJARA, JALISCO (21/MAY/203).- La tarde de este martes falleció un hombre atropellado por un camión repartidor de agua en la colonia Echeverría, en Guadalajara. El accidente se registró alrededor de las 14:30 horas, sobre la calle Roberto Núñez, entre Alberto Correa y Luis Covarrubias.
Sin saber su identidad al momento del incidente, el sujeto vestía andrajos y traía consigo una escoba. Refieren vecinos que sólo lo conocían con el apodo de "El Pérsica", y que se dedicaba a barrer las calles a cambio de monedas; se presume que lo que con lo que obtenía compraba alcohol o solventes para inhalar, pues era común verlo enervado.
De acuerdo a testigos, el camión repartidor pasó circulaba sobre la calle cuando algún vecino casas atrás los llamó; fue que el conductor, Pablo Juvencio Garnica Alonso, de 32 años, quien conducía una Ford 450 placas JD-43295, se echó en reversa. Comentó que al ver los espejos no vio a nadie, sólo que escuchó un tronido debajo de las llantas: era el cráneo de "El Pérsica", quien falleció al instante.
Al lugar llegaron las autoridades para averiguar las condiciones en las que se dio el deceso. Policías de Guadalajara creen que al momento del accidente estaba bajo los influjos de alguna sustancia, pues "cualquier otro hombre pudo haber corrido" al ver que el camión se echaba para atrás.
Pasaron los minutos; muchos lamentaban la muerte de ese personaje: "Pobre muchacho", repetían las señoras; nadie le lloraba.
Los patrulleros señalaron que al parecer no tenía un lugar de residencia fijo; los vecinos decían que dormía en algún lugar entre las calles José Escobar y Tomás Escobedo, a unas diez calles de donde lo arrollaron.
Sin saber su identidad al momento del incidente, el sujeto vestía andrajos y traía consigo una escoba. Refieren vecinos que sólo lo conocían con el apodo de "El Pérsica", y que se dedicaba a barrer las calles a cambio de monedas; se presume que lo que con lo que obtenía compraba alcohol o solventes para inhalar, pues era común verlo enervado.
De acuerdo a testigos, el camión repartidor pasó circulaba sobre la calle cuando algún vecino casas atrás los llamó; fue que el conductor, Pablo Juvencio Garnica Alonso, de 32 años, quien conducía una Ford 450 placas JD-43295, se echó en reversa. Comentó que al ver los espejos no vio a nadie, sólo que escuchó un tronido debajo de las llantas: era el cráneo de "El Pérsica", quien falleció al instante.
Al lugar llegaron las autoridades para averiguar las condiciones en las que se dio el deceso. Policías de Guadalajara creen que al momento del accidente estaba bajo los influjos de alguna sustancia, pues "cualquier otro hombre pudo haber corrido" al ver que el camión se echaba para atrás.
Pasaron los minutos; muchos lamentaban la muerte de ese personaje: "Pobre muchacho", repetían las señoras; nadie le lloraba.
Los patrulleros señalaron que al parecer no tenía un lugar de residencia fijo; los vecinos decían que dormía en algún lugar entre las calles José Escobar y Tomás Escobedo, a unas diez calles de donde lo arrollaron.