Internacional

Mortal ataque de los talibanes

Insurgentes talibanes asesinaron a al menos 25 civiles en la provincia de Kandahar en un ataque contra dos autobuses

KABUL, AFGANISTÁN.- Según la Policía local, insurgentes talibanes asesinaron a al menos 25 civiles en la provincia de Kandahar en un ataque contra dos autobuses en la provincia sureña de Kandahar, en el último incidente de violencia que sacude a Afganistán.
El Ministerio de Defensa afgano ubicó la cifra de muertos en 30, tras el ataque registrado contra dos autobuses que transportaban civiles, en el Sur del país.
Según las primeras investigaciones, los insurgentes intentaron primero detener uno de los vehículos, pero éste siguió su camino.
Entonces, decidieron incendiarlo, acabando con la vida de un niño. El segundo vehículo, con 50 pasajeros a bordo, fue asaltado poco después, tras lo cual los talibanes mataron a entre 25 y 31 personas y liberaron al resto.

A pesar de esto, todavía no han logrado reunir los cuerpos de las víctimas.
Según ha explicado el jefe de la Policía provincial de Kandahar, Matitullah Khan Qaneh, las fuerzas de seguridad tan sólo han recibido los cuerpos de seis víctimas, que habían sido degolladas.
"Según nuestra información procedente del terreno, los talibanes han matado a 40 pasajeros", añadió.
Sin embargo, el portavoz talibán Qari Mohammad Yousif Ahmadi, cifró en 27 el número de víctimas mortales del ataque, y aseguró que todos los fallecidos son soldados del Ejército afgano que fueron detenidos cuando viajaban en tres autobuses.

Los ataques de la insurgencia en la provincia de Kandahar --junto con Helmand, la zona con mayor presencia talibán de Afganistán-- son frecuentes.
En esas dos áreas los talibanes tienen no sólo su base de operaciones, sino también su principal fuente de financiación: el cultivo del opio.
En otro episodio, talibanes atacaron una base militar instalada en la zona de Bala Murghab, al oeste de Afganistán, donde soldados italianos relevan a las fuerzas militares españolas, aunque no hubo heridos entre los miembros de la misión de paz internacional.
Fuentes del ministerio español de Defensa informaron que fue un acto de hostigamiento, en el que podría haber muerto algún insurgente afgano.

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