Internacional
Morales espera retorno de Bolivia a Convención de Viena sobre drogas
Desea proteger la masticación de las hojas de coca ya que es una práctica milenaria de los indígenas andinos
LA PAZ, BOLIVIA (25/DIC/2012).- El presidente Evo Morales expresó este martes su optimismo por el retorno de Bolivia al seno de la Convención de Viena sobre drogas, que abandonó en 2011 pidiendo despenalizar el uso doméstico tradicional de la hoja de coca.
"Esperamos tener buen resultado en esta campaña internacional por la despenalización del 'pijcheo' (masticación), dijo el Jefe de Estado en acto público cumplido en la población de Ivigarzama, en la zona productora de coca del Chapare (centro).
"Soy optimista, somos optimistas en esa batalla", remarcó el mandatario, afirmando que "creo que en enero vamos a tener buena noticias sobre el pijcheo de la coca".
En junio Bolivia denunció la Convención de Viena (1961), pero seis meses más tarde pidió su reincorporación con la reserva de que se respete la masticación de las hojas de coca, una milenaria práctica de los indígenas andinos y reconocida en la nueva Constitución boliviana.
Desde entonces, se abrió un período de 18 meses para que Bolivia explique sus argumentos a la comunidad internacional y para que los miembros de la Convención evalúen la solicitud del gobierno de Morales.
El responsable de la oficina local de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (UNODC en inglés), César Guedes, explicó que "hacia el 10 de enero se podrá saber si Bolivia reingresa a la Convención".
Los procedimientos del organismo internacional señalan que un tercio de los países miembros debe pronunciarse explícitamente en contra de la solicitud boliviana para que ésta sea rechazada. Esto equivale a 61 naciones (un tercio de 183).
"Se ha hecho una buena campaña, es una batalla internacional", dijo el mandatario, quien agregó que "si logramos eso (la aceptación internacional) va a ser otro hecho histórico, no solamente para los productores, sino para una identidad, para una cultura, porque no solamente los productores 'pijchamos' (masticamos) coca sino los transportistas, los estudiantes".
El posible alejamiento de Bolivia de la Convención de Viena inquietaba a la comunidad internacional básicamente, en explicación de Guedes, porque "es un país foco en el tema del narcotráfico": productor de la materia prima para la droga, productor de cocaína, consumidor y país tránsito del tráfico.
Según la ONU, en Bolivia hay 27 mil 200 hectáreas de coca, materia prima para fabricar cocaína, de las que el país sólo reconoce la legalidad de 12 mil para usos tradicionales, como mascado, infusión y rituales religiosos.
"Esperamos tener buen resultado en esta campaña internacional por la despenalización del 'pijcheo' (masticación), dijo el Jefe de Estado en acto público cumplido en la población de Ivigarzama, en la zona productora de coca del Chapare (centro).
"Soy optimista, somos optimistas en esa batalla", remarcó el mandatario, afirmando que "creo que en enero vamos a tener buena noticias sobre el pijcheo de la coca".
En junio Bolivia denunció la Convención de Viena (1961), pero seis meses más tarde pidió su reincorporación con la reserva de que se respete la masticación de las hojas de coca, una milenaria práctica de los indígenas andinos y reconocida en la nueva Constitución boliviana.
Desde entonces, se abrió un período de 18 meses para que Bolivia explique sus argumentos a la comunidad internacional y para que los miembros de la Convención evalúen la solicitud del gobierno de Morales.
El responsable de la oficina local de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (UNODC en inglés), César Guedes, explicó que "hacia el 10 de enero se podrá saber si Bolivia reingresa a la Convención".
Los procedimientos del organismo internacional señalan que un tercio de los países miembros debe pronunciarse explícitamente en contra de la solicitud boliviana para que ésta sea rechazada. Esto equivale a 61 naciones (un tercio de 183).
"Se ha hecho una buena campaña, es una batalla internacional", dijo el mandatario, quien agregó que "si logramos eso (la aceptación internacional) va a ser otro hecho histórico, no solamente para los productores, sino para una identidad, para una cultura, porque no solamente los productores 'pijchamos' (masticamos) coca sino los transportistas, los estudiantes".
El posible alejamiento de Bolivia de la Convención de Viena inquietaba a la comunidad internacional básicamente, en explicación de Guedes, porque "es un país foco en el tema del narcotráfico": productor de la materia prima para la droga, productor de cocaína, consumidor y país tránsito del tráfico.
Según la ONU, en Bolivia hay 27 mil 200 hectáreas de coca, materia prima para fabricar cocaína, de las que el país sólo reconoce la legalidad de 12 mil para usos tradicionales, como mascado, infusión y rituales religiosos.