Vagabundos

Apropósito de perros, dicen que los más felices de todos son los que siguen a un vagabundo, que busca de todo en los basureros de las calles, que nunca sabe dónde va a dormir ni tiene estabilidad. Sólo que deambula por la ciudad sin rumbo ni método.

La vida es muy perra para los que no quieren hacer la voluntad de otros sino vivir al capricho de la suya.

Cuando se defiende el peso como perro es igual a defender el único hueso que te queda y estás dispuesto a gruñir y a pelar los dientes ante quien te amenace con quitártelo.

La perrada es una muchedumbre de jóvenes novatos e inexpertos que acaban de ingresar a una escuela.

Una perra, es una hembra asquerosa, devaluada, que hace cosas reprochables.

En cambio un perro, es luchón, de carácter, con determinación y que va a lograr lo que quiere.

Si algo está perrísimo, se dice que está increíble que resulta atractivo y muy interesante.

Un perrito provoca ternura; un perrote, miedo.

Hay perros falderos, de guarda y de cacería, pero los más aborrecidos son los callejeros, que además, mal morir atropellados acaban ser la peor muestra de morir como perro.

Los hay para ciegos, para vigilar una granja o para buscar droga. Pero eso sí, son los de alta alcurnia porque han recibido un entrenamiento muy profesional. En cambio los vagos e indisciplinados señoritos de casa, por chiqueados y caprichosos hacen lo que quieren.

Hay perros que hacen felices a sus dueños y otros que terminan en la perrera, exterminados en serie. A unos les lloran a otros los eliminan.

Hay quien cuida al perro desvalido y quien patea al bravo.

Gente que patea el cancel, a pesar de que el perro le ladre, y hay quien le da la vuelta.

Los perros son felices de vagabundos y los hombres vagabundos son infelices, en cualquiera de los casos es y será el mejor amigo del hombre.