Ideas

Un mexicano es un problema

Con un aire de atrevimiento, Octavio Paz, lanzó esta penetrante sentencia en su capítulo Los hijos de la Malinche, en su famoso libro El laberinto de la soledad. No conforme, se extiende hasta señalar “un mexicano es un problema siempre, para otro mexicano y para sí mismo.Somos enigmáticos ante los extraños y ante nosotros mismos. Pero en especial, agrega Paz, “somos un problema para nosotros mismos, “a lo que se podría llamar “moral de siervo”, por oposición no solamente a la “moral de señor”, sino a la moral moderna, proletaria o burguesa”. “La desconfianza, el disimulo, la reserva cortés que cierra el paso al extraño, la ironía, todas, en fin, las oscilaciones psíquicas con que eludir la mirada ajena nos eludimos a nosotros mismo, son rasgos de gente dominada, que teme y que finge frente al señor”. Habla de una sumisión y de un recato evasivo, ante la fuerza del que nos manda. “Es revelador que nuestra intimidad jamás aflore de manera natural, sin el acicate de la fiesta, el alcohol o la muerte”. La identidad se muestra averiada por el enigma. No quiero ser yo mismo ante los demás, en especial ante el que nos gobierna. “Esclavos, siervos y raza sometida se presentan siempre recubiertos por una máscara, sonriente o adusta. Y únicamente a solas, en los grandes momentos, se atreven a manifestarse tal como son. Todas sus relaciones están envenenadas por el miedo y el recelo. Miedo al señor, recelo ante sus iguales” Por eso, según Paz, somos problemáticos.Es fuerte lo que nos hace ver, nos confronta con la incomodidad del extraño y la desconfianza con el vecino. E incluso nos lanza una pedrada al señalar que: “Cada uno observa al otro, porque cada compañero puede ser un traidor” ¿Cómo no vamos a ser problemáticos si no sabemos trabajar en equipo? porque en el interior tengo la sensación de que hay un potencial traidor en el escritorio de al lado. Lo que le cuente o le revele, me arriesgo a que lo divulgue o si son ideas creativas, me las fusile o plagie. Es lo que muchos estudiantes hacen, desde muy temprana edad en las aulas de clase, que es copiar, presentar el trabajo que otro hizo y tratar de engañar al maestro de que si se hizo la tarea o estudió, cuando en realidad no fue así. “Para salir de sí mismo - dice Paz- el siervo necesita saltar barreras, embriagarse, olvidar su condición. Vivir a solas, sin testigos. Solamente en la soledad se atreve a ser” Me escondo, oculto lo que verdaderamente soy, vivo con la sensación de que debo de quedar bien y de cuidarme de la crítica. Sospecho, desconfío y no creo en tu amistad hasta que me lo demuestres. Tenemos miedo a ser lo que somos. Ahí nace uno de los problemas principales de nuestra identidad. No me atrevo a ser, ni dejar ser a los demás. O tengo rivalidad o siento que me van a traicionar. Por eso el mexicano, acaba quedándose solo.
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