Ideas

Ternura suite

Por Dolores Tapia

La escena local se verá iluminada (sí, dije iluminada) por las ráfagas de fuerza y violencia que corresponden ni más ni menos (y según la página de CULTURAUDG) a Ternura Suite del señor dramaturgo Edgar Chías, dirigida por uno de los directores jóvenes más destacados de los últimos tiempos; Richard Viqueira. Este señor no es poca cosa.

Pasaron con gloria absoluta los tiempos en los que ciertos nombres decían bastante. Martín Acosta o Claudio Valdes Kuri o  Mauricio García Lozano, únicos garantes de un entretenimiento nacional puro, profundo y directo. Por supuesto esta columna tendrá sus omisiones, pero destaco los nombres de estos tres artistas, por la frecuencia con la que los encuentro en los discursos de otros, sin embargo en esto del arte, ni son todos los que están ni están todos los que son. Ojalá todos, ahora sí, lo entendieran. Punto y aparte, a la lista propositiva del teatro contemporáneo llega Richard Viqueira.

Hombre que quitó el tul y las gafas, y que valiente ha sido director de trabajos como Careo y Cuerdas de Barbara Colio. En el caso de Ternura suite, el artista nos habla desde un teatro de rincón, alude a la violencia de género en una obra pornográfica, polémica, confrontante, insoportable. La puesta en escena tendrá funciones los días 27 y 28 de abril a las 20:30 horas en el Teatro Experimental de Jalisco.

¿Usted cree que alguien pueda escupir y golpear con ternura? ¿Podría alguien amar a su víctima? Según señalan los medios capitalinos: “Ternura Suite es la puesta en escena más literal en el abordaje de la violencia de sexo que se haya visto en México”. Asimismo, el texto fue seleccionado para participar en Madrid como parte del ciclo de Teatro Mexicano en España. Una opción nada despreciable para conocer y disfrutar de una propuesta poco halagadora pero bastante poderosa. Cosas del teatro pues.

Para seguir con confrontaciones escénicas inmisericordes, el día 18 de abril se presenta en el Teatro Diana, John Malcovich, una comedia infernal producida por Diego Luna. Ay qué gusto da que siempre sí aprendimos que se puede actuar y producir en beneficio de un espectáculo y del gremio y no lo digo porque Diego Luna no lo entendiera, si no porque los que menos hacían eran los que más opinaban. Para hacer hay que hacer. “El intelectualismo” no sirve más que como pretexto.

Y si de pretextos hablamos, Malcovich -nominado al Oscar- y recordado como el Vizconde de Valmont en Las amistades peligrosas, nos cuenta en esta obra y en primera persona la vida del asesino Jack Unterweger. Este espectáculo promete ser un concierto lírico teatral por una orquesta barroca. Qué así sea.

¿Usted cree que alguien pueda escupir y golpear con ternura? ¿Podría alguien amar a su víctima?
 

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