Ideas

Romancero de la Vía Dolorosa

A mi Madre del cielo, que me dio a Cristo,

y a mi madre de la tierra, que me enseño

a quererlo.

Fray Asinello

Benjamín Sánchez Espinoza, nacido en Guadalajara, el 6 de enero de 1923, estudió con los hermanos maristas, inclinándose pronto a la vida religiosa y literaria a los 13 años. Distinguido como el mejor alumno de su tiempo, y cercano colaborador del Arzobispo Garibi Rivera. Autor de este Romancero, poema adaptado al teatro por José Luis Moreno, lleva 30 años representándose cada, Semana Santa. Fray Asinello se decantó por el más difícil de los géneros: La poesía, siendo reconocido como el poeta de la Unción Mística. Colaboró con el pintor Alfonso de Lara Gallardo, produciendo la obra monumental de 15 cuadros del Vía-Crucis, inspirados en el Romancero, que hoy se encuentra en la iglesia de Nuestra Señora del Sagrario. Ambos representan la excelsitud del arte en el campo religioso. Fray Asinello (Borrico). Murió en enero de 2011 a los 88 años de edad.

JESÚS CONDENADO A MUERTE. Et non respondit ei ad ullum verbum. Y no respondió a ninguna venganza.

Te condenaron a muerte/ tu silencio y mi silencio./ Las gargantas del tumulto/ante el pretor somnoliento/ lapidaron con sus gritos/ el mármol de tu silencio./ Tu mutismo era una estatua/ de blancura y de misterio…”Habla, Jesús, que te matan! Arropada en tu silencio/la muerte viene volando/ entre graznidos de cuervos. ¡Habla, Señor, tu palabra, como un huracán de fuego/salga de tu boca y queme/ lo falso de de los denuestos! ¿Por qué te quedas callado si eres el Divino Verbo…?./La boca de Dios quedo baldía como el desierto. /Lo condenaron a muerte/ su silencio y mi silencio./ Escupieron las gargantas alaridos a mi miedo./ Al oleaje de gritos debí levantar mi pecho-dique de amor y diamante-contra el torrente protervo./ Pero fui arena medrosa/ que no supo defenderlo./ Debí gritarles: “ Judíos, yo soy, yo soy el perverso; a mí la hiel, las espinas, a mí la cruz y el flagelo!”,/ pero se anudo mi voz/ la vil serpiente del miedo/. ¡Pastores, por cobardía me mataron mi cordero: fue mas fuerte que mi amor, el ladrido de los perros…! Lo condenaron a muerte/ su silencio y mi silencio: uno, silencio de amor; otro, silencio de miedo.

JESÚS SE ABRAZA A LA CRUZ. Surge, amica mea, spaciosa mea, et veni. Levántate, Amiga mía, Hermosa mía y ven.

Acércate Bienamada,/ la de los brazos abiertos. /A ti corro enamorado/ con un ciclón de de deseos. Tengo sed de tu regazo/ para morir de silencio./Amada, la presentida/ desde los montes eternos,/ la elegida del padre para el Varón Unigénito,/ eres morena de sol y tienes color a cedro; yo pondré´ sobre tus hombros/ el lino en flor de mi cuerpo/ y un rojo manto prendido/ con cinco rosas de fuego:¡divino traje de bodas en el abrazo supremo!/Ven a mis brazos, Amada, la de los brazos abiertos./ Bajo la noche del odio/iremos por el sendero/ relampagueante de gritos y enraizado de tropiezos: ¡que el amor siempre camina por sendas de sufrimiento! Cuando estemos en la cumbre/ unidos y quietos,/ en Holocausto humeante,/ transverberados de fuego,/ una nueva epifanía/alumbrara tierra y cielo. Serás llamada Señora y Madre de muchos pueblos. / Vendrán a ti con sus dones/ los reyes del mundo entero./ Con sus brazos extendidos/ serás rosa de los vientos/ que conduzca caminantes/ a mi corazón abierto./ Los que a mi quieran venir/ tendrán que amarte primero…Salgamos ya, Bienamada, la de los brazos abiertos.

Gracias al Padre Rosario Ramírez, para todos conocido como el Padre “Chayo”, quien hizo llegar a mi persona este Romancero de la Vía Dolorosa, el me conoce de toda una vida, a quien le debo mucho en oraciones, en mis fechas de lucha. Conoce mi sentimiento religioso y mi orientación cristiana… lo hizo llegar porque sabía que caía en buenas manos.

¡Señor, no lloro por Ti: que lloro por mis pecados! No lloro de verte herido, lloro de haberte olvidado. Déjame llorar, Señor, para siempre, sin descanso. Déjame llorar, Señor, —lluvia de pétalos blancos— de mis ojos doloridos caigan las gotas de llanto, y laven con su blancura lo negro de mis pecados!

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