Ramón Corona y la familia Borbón
Es recurrente la conseja de que el señor general Ramón Corona Madrigal participó en la procreación de quien sería con el tiempo Alfonso XIII de España.
Ramón nació en Puruagua, municipio de Tuxcueca, el 28 de octubre de 1837. Fue hijo de Esteban —comerciante desafortunado— y de Dolores, cuya vida fue muy corta.
Con el tiempo Corona llegó a convertirse en Comandante del Ejército de Occidente, con el cual les dio una soberana paliza a los monárquicos que defendían el imperio. En el sitio de Querétaro (1867), escoltó a Maximiliano para que entregara su espada a Mariano Escobedo.
Luego venció a las huestes del Tigre de Álica (1873) y después pasó once años en España en calidad de Ministro Plenipotenciario del gobierno de México ante ese país y durante un rato también en Portugal.
Fue entonces, se dice con más imaginación que ciencia, que La Reina María Cristina no resistió los encantos del embajador de México, “cuarentón y con mucho garbo”.
Alguien que miraba una pintura ecuestre de Alfonso XIII, declaró después que se parecía a Corona. A dicho rey le llamaban después “El piernitas”, por sus zancas muy largas y caminar desgarbado… Como sea, le hallaron similitudes y, con el tiempo, en 1990, una tal Myrna Brown, en un periódico que ya desapareció, publicó una foto de Corona junto a otra de Juan Carlos I, asegurando que tenían “cierto parecido físico”. Coincidían, sí, en el número de orejas, cejas y ojos…
A menos de que la Reina hubiera tenido una gestación de elefanta, ésta debe haberse producido en agosto de 1855, en tanto que Corona abandonó definitivamente Madrid en marzo del mismo año.
>Además de que María Cristina tuvo fama de ser extraordinariamente recatada, a diferencia del casquivano de su marido, tenemos constancia de que nunca le perdonó a Corona que haya sido enemigo de su pariente Maximiliano. Su trato siempre fue muy distante e incluso, en 1883, le hizo un desaire por demás evidente.
Después de la protesta diplomática de rigor, Corona estuvo ausente de la corte y de los actos oficiales de ésta durante un par de años. No fue hasta que, por gestiones del Ministerio de Estado y del propio Rey, quien sí era muy cuate de Corona, que la Reina aceptó realizar un acto que se entendió como de desagravio.
De cualquier manera, poco después, partió Corona hacia México para convertirse en gobernador de Jalisco. Se dice que, además, si no fue presidente es porque lo mandó matar Porfirio Díaz en noviembre de 1889.
A fin de cuentas, la familia real perdió una oportunidad de incorporar genes mucho mejores.