Ideas

Por una conciencia de la superación del mexicano

Los mexicanos queremos superarnos, deseamos realmente salir adelante, estamos convencidos de la importancia de mejorar. Por eso lo debemos de fomentar en las nuevas generaciones.

Santiago Ramírez en su libro El mexicano, psicología de sus motivaciones nos regala una interesante reflexión que vale la pena compartir:

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“México, como ningún otro país, intenta adquirir conciencia de su personalidad y manera de ser, al través de sus diferentes manifestaciones: arte, pensamiento, ciencia y autoobservación; todo ello se moviliza ante el temor inminente de perder la identidad.” >

Si parece cierto, queremos reafirmar nuestra particular forma de ser, por medio de empeñarnos en realizar muchas actividades que se hagan notar. Aunque en el fondo tenemos miedo a no lograrlo y volver a caer en el oscuro mundo de la confusión colectiva.

Y agrega Ramírez: “La necesidad del mexicano de hacerse valer, de afirmar su posición, hacen que pueda ser erudito, magnífico pintor, esplendoroso cómico, hombre suave y profundo. Tiene un motor para buscar la afirmación que difícilmente otros pueblos  tienen.” >

Tenemos deseos firmes de luchar, de encontrar la manera de salir de nuestras penurias y tragedias. Tal y como lo vemos con miles de mexicanos que van en busca del sueño americano o emigran decididos a conquistar una zona urbana con el afán de prosperar.

El mexicano sí quiere trabajar, estudiar, prepararse mejor, crear y conseguir oportunidades para que los hijos no se queden estancados. >

Tenemos carácter y  arrojo,  incluso temerario,  para lanzarnos a ciertas aventuras aunque  pongan en riesgo nuestra integridad, con tal de salir adelante.

Ahí está el motor para buscar lo que somos y queremos ser, nos dice Santiago Ramírez, quien además añade: “A fuerza de comparar sus posibilidades con las de otros, paulatinamente va aprendiendo la potencialidad de sus propias capacidades.”

Ciertamente vemos lo que hacen en otros países, lo copiamos y tratamos de mejorar, nos gusta compararnos y así valorar más lo que tenemos. Vemos con asombro que otros están peor que nosotros y a su vez admiramos e importamos lo que consideramos que es mucho más valioso que lo propio.

Pero en el fondo los mexicanos queremos superarnos, sabemos que lo podemos lograr si encontramos la oportunidad y las condiciones adecuadas.

El problema es que muchos se sientan a esperar a que les toquen la puerta de su casa y les abran los ojos para verla.

Nuestro problema tiene que ver más con la pasividad, con la baja autoestima, con poner pretextos y caer en un pesimismo insalvable.

Sin embargo, cuando descubre que puede, que tiene las agallas para conquistar lo que quiere, se lanza con vigor y entrega hasta lograrlo.

El mexicano tiene el motor, la fuerza y las capacidades, sólo nos hace falta tener la conciencia de que si lo podemos alcanzar. Que ya tenemos el poder y que nomás falta apretar el botón que active nuestra capacidad de lucha. Y querer salir adelante.

Tal vez nos falte algo de disciplina, constancia y determinación.

Pero el que quiere, lo logra.

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