Ideas

Los motivos para querer ser político

Una cuestión es aspirar a servir al bien común, a administrar los recursos públicos o a hacer justicia, y otra es la motivación psicológica para querer estar en las instituciones públicas.

Creo que la pregunta es válida ¿Por qué ser político hoy en día?

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No encuentro ninguna buena razón, salvo las más románticas e idealistas, que para nuestra época, resultan cursis y melosas. Respuestas como querer ayudar a la gente, cambiar al país o acabar con la corrupción, me parecen sueños encantadores, pero que no corresponden al verdadero motor. >

Creo que muchos aspirantes a un cargo político quieren el poder para beneficiarse primariamente de él, y simular que desean hacer algo por el país o por los demás. Pero en realidad es una especie de autoengaño, el poder es atractivo y seductor, te da prestigio, escalas posiciones sociales y sobre todo te da lujos y beneficios muy pronto sin que tengas que ganártelo, más que con tu encanto personal y las buenas relaciones que eres capaz de hacer.

Existen soñadores y realizadores, me parece que los verdaderos políticos son gente que concreta proyectos personales de una manera astuta e inteligente. Son realizadores, porque mientras te venden espejitos y esperanza, escalan posiciones y escaños de una manera efectiva. Y al mismo tiempo logran que sus bolsillos se llenen poco a poco hasta ir incrementando su ansiado patrimonio. >

Digamos que hay una motivación abierta, llena de conceptos partidistas y una filosofía política cargada de grandiosos conceptos, regularmente envueltos en fina oratoria y en ocasiones en franca demagogia. Pero la motivación oculta e íntima, la que sí está en lo profundo de la ambición, es el poder, es la fama, es el gozo del privilegio y por supuesto ricamente acompañada de todo tipo de ventajas y ganancias.

Algunos psicólogos insisten en que la motivación real para aspirar al poder es la codicia. Otros no estarán de acuerdo con ello y dirán que es el espíritu que induce a buscar el bienestar de la comunidad. >

¿Será que en algunos políticos, el apetito por el poder nace desde su egoísmo? ¿O realmente son nobles caballeros que tienen intenciones filantrópicas?

Pues muchos de estos temas se estudian y analizan desde la trinchera de la psicología política, y a partir de esta columna nos dedicaremos ahora aplicar lo que hemos estudiado de la identidad del mexicano, al análisis del perfil de muchos políticos y funcionarios, tanto del presente como del pasado y estudiar sus motivaciones y expresiones de su inconsciente o entre líneas del discurso político que manejan.

La psicología política es una rama de la psicología que estudia todo tipo de comportamientos y movimientos, tanto individuales como colectivos, que están relacionados con el poder y las instituciones del Estado.

Se estudian también los conflictos entre naciones, los movimientos sindicales, las luchas de guerrillas, hasta la personalidad de un líder político.

Todo con el afán de entender un poco más el complejo mundo de la mente y el comportamiento humano.

 

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