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Las ballenas… ¿Tienen ombligo?

¡Claro que tienen ombligo! La pequeña ballenita se cría dentro del vientre de la madre, y al nacer se desprende del cordón umbilical como todos los vivíparos. Además, cosa curiosa, emerge primero la cola, para que rápido pueda nadar –ayudada por la mamá– y salir a la superficie a llenar sus pulmones.

Luego de esto, se sumerge bajo la madre, para darle unos trompazos en el vientre y salga la leche de sus mamas ocultas bajo unas arrugas en su piel. Las suculentas burbujas grasosas que arroja son alegremente deglutidas por el pequeño ballenato para, acto seguido, volver a la superficie por otro poco de aire y conseguir otra bola de leche, para luego ir a descansar sobre el lomo de la madre, y así juntas seguir su camino de regreso.

Las vacaciones se aproximan. Y si para nosotros el ir a las cálidas costas mexicanas es más que atractivo, las ballenas (cetáceos) estoy seguro que piensan lo mismo. Tanto así que no dudan (cuando en el Mar de Behring se cubre de hielo) en nadar unos 10 mil kilómetros para visitar nuestras costas, y encontrar “un amor de verano”, o bien parir las consecuencias de la vacación anterior.

Como dicen, que para apreciar una cosa hay que conocerla, creí que recordar algunas curiosidades de los animales más grandes que han existido (más que cualquier dinosaurio), y que quizá podamos verlos y hasta acariciarlos en las cercanías del hermoso mar que nos rodea, pudieran ser interesantes:

• No son peces aunque vivan en el agua.

• Tienen pulmones y deben salir a respirar de cuando en cuando. De hecho, se pueden ahogar si son atrapadas en las redes pescadoras.

• Su cola es horizontal y no vertical como los peces.

• No pueden beber del agua en que viven; les basta el líquido que consiguen en su propia comida.

• Duermen tan sólo breves momentos mientras afloran a la superficie, tienen que recordar que deben respirar.

• Su sangre es caliente, y no fría como los peces.

• Se aparean con penetraciones corporales muy dificultosas

• El bebé se gesta por un año en el vientre de la madre, y dan a luz tan sólo un crío (por eso tienen ombligo).

• Su esqueleto y órganos internos son como los de cualquier mamífero terrestre; con el correr de los siglos se fueron adaptando a sus nuevas necesidades.

• La más grande que existe es la Ballena Azul (Balaenoptera musculus) que puede medir lo que tres autobuses alineados. Puede pesar lo que 25 elefantes juntos. De gorda es como un edificio de tres pisos. Unas cincuenta personas cabrían paradas en su lengua. Su corazón es casi del tamaño de un vocho de los de antes. Sus crías al nacer pesan casi dos toneladas y miden ocho metros de largo.

• La más cantadora es la Jorobada (Eschritius Robustus), que por horas y horas entona sus mismas melodías, pudiéndose escuchar a muchos kilómetros de distancia. Sus aletas pectorales son enormes y es muy juguetona.

• Unas ballenas tienen dientes (odontocetus) con las que atrapan a sus presas. Y otras tienen barbas (misticetus) que cuelgan de las encías superiores, y son del mismo material que nuestras uñas; con ellas, presionando con su lengua “cuelan” los pequeños alimentos que atrapan en su enorme buche plegable.

• La Orca (Orcinus Orca), el Cachalote (Physeter Macrocephalus) y el Delfín, pertenecen a los odontocetus; y la Azul, la Jorobada y la Gris pertenecen a las barbadas.

• El cachalote puede sumergirse hasta dos mil metros en busca de calamares gigantes, y aguantar la respiración casi dos horas.

El periódico entero me pudiera acabar platicando de estas maravillas que en los próximos meses tendremos en las cercanías de nuestras playas. Ojalá, que las disfruten en grande. ¡No son para menos…!

Posdata: ¡Sssssss…!  Pido disculpas porque en mi correo se nos escapó una S.  El correcto, donde sus comentarios serán bienvenidos es: deviajesyaventuras@informador.com.mx

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