La importancia de las plantas
Según teorías y versiones de paleontólogos, arqueólogos e historiadores el hombre primitivo, que no social, se hizo sedentario cuando descubrió que los organismos vegetales reúnen propiedades para la alimentación; debieron pasar muchos siglos, para que la ciencia de la biología tuviera una de sus ramas más importantes, que es la botánica. También se dio el tiempo para que estos estudios se hicieran ciencia y como tal, llega a nuestros días ya clasificada en un sin número de familias, género y variedades con toda una taxonomía especifica.
La organoléptica de las plantas es diversa en tanto que, se encuentra en los individuos silvestres tanto como en los cultivados; si bien en estos últimos; las propiedades contenidas son estudiadas, por especialistas de la nutrición, y de la sanidad vegetal. Emprendemos en la presente colaboración la primera de tres subsecuentes, en este espacio mismo que nos permite participar domingo a domingo.
Habiendo conciencia social e histórica diremos que el hombre ocupa este planeta en calidad de huésped del reino vegetal. En realidad, él depende por completo de las plantas porque son ellas las que alimentan al mundo y proveen la mayor parte del abrigo y muchas de las comodidades y lujos que exige la sociedad. La leña, las drogas como las bebidas, las especias, las fibras y los extractos químicos son solo algunos de los muchos productos vegetales que, junto con las materias primas alimentarias, benefician a la humanidad. Las plantas fósiles son la base de las reservas mundiales de petróleo y, por consiguiente, la principal fuente de energía.
Las plantas tienen gran importancia como sintetizadoras de alimentos vitales para la salud y bienestar del hombre y de los animales. Solo ellas, entre todas las formas vivientes, son capaces de captar pequeñas cantidades de energía solar y mediante la fotosíntesis transformar sustancias elementales en compuestos orgánicos esenciales para el metabolismo y el crecimiento animales. El hombre y los animales son, más que sintetizadores transformadores de los materiales básicos alimentarios y, por consiguiente, su número en el futuro previsible estará regido por la disponibilidad de especies apropiadas de plantas.
Introducimos un paréntesis exponiendo de acuerdo a nuestra información actualizada, que el interés y preocupación de los genetistas vegetales es una constante en los trabajos de investigación para el mejoramiento del contenido de las plantas, y que parte del cual nos llega escuetamente en un vocablo que es la transgenia, que con asombrosa rapidez, ha tenido muchos equívocos en su interpretación. Cerramos paréntesis.
Es enorme la variedad de vegetales útiles al hombre. Cada grupo taxonómico principal contiene desde algunas a muchas especies económicamente importantes. Tal importancia cristaliza en el valor agregado que da el aprovechamiento total de un vegetal. Los bacterios, los hongos, los musgos, los helechos y las plantas de semilla están todos representados, y estas últimas superan a los demás en importancia. Este grupo no solo produce aproximadamente el 99% del total de la provisión directa de alimentos en el mundo, sino que también ocupa casi toda el área mundial cultivada. A pesar de que vastas extensiones de tierra están sembradas con plantas no alimenticias más del 80% del esfuerzo agrícola mundial está dedicada a la producción de alimentos de las doscientas cincuenta y tantas mil o más especies de plantas conocidas 3mil 500 aproximadamente, han venido siendo utilizadas como alimento. Solamente alrededor de 4 cientos se cultivan en amplia escala y el 95% de la producción anual mundial de alimentos procede de poco menos de una docena de cultivos básicos importantes, por ejemplo los tres granos mundiales culturales o sea trigo, arroz, maíz, además de papas camotes caña de azúcar porotos cocos y bananos.
Las tres cuartas partes del total de la producción alimentaria del mundo se extrae de una sola familia: las gramíneas. El trigo, el arroz, el mijo, el sorgo y la cebada conocidos desde hace más de cinco mil años se encontraban entre los primeros cultivos de gramíneas. Nos estamos permitiendo hacer una antropología social botánica. A ellos se les unieron más tarde el maíz, la avena, el centeno y la caña de azúcar conocido desde hace más de dos mil años. En la era moderna a mediados del pasado siglo pues los genetistas hicieron cruzas en su afán de mejorar granos alimenticios y obtuvieron el Triticale, que, como es de idiosincrasia entre nosotros ha sido aceptado paulatinamente, después de haber sido desconfiadamente rechazado por, digamos falta de información.
>Como apuntamos al principio continuaremos con la segunda de las tres exposiciones.
El autor es productor asesor consultor. Correo ing.sierra@yahoo.com.mx