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Hilda Patricia Valencia, endocrinóloga

Médico cirujano, especializada en biología de la reproducción humana con maestría en desarrollo humano, por el ITESO. Graduada en la UAG en 1978. Con título profesional  por la UNAM, en 1981. Miembro fundador de la Asociación de Biología Humana. La Asociación Médica de Jalisco le otorgó la Presea Dr. Amado  Ruiz Sánchez en el área de investigación (1998); Promomedios le dio el primer Galardón Radio Mujer en la categoría Medicina e Investigación (1998). Endocrinóloga y por ello nos explica el funcionamiento de la tiroides:

“Se encarga del metabolismo de todas las células del organismo, haciéndolas funcionar. Si trabaja de más está ‘híperfuncionando’, consume energía y se aceleran el cerebro, el intestino, bajas de peso, hay nerviosismo y taquicardias, hablas rápido, temblor de músculos; esto es ‘hipertiroidismo’. Cuando las células trabajan lento, igual el cerebro, se dificulta coordinar, pensar, olvidas palabras, hablas lento, aumentas de peso; a esto se llama ‘hipotiroidismo’”.

¿De la actividad se pasa a la pasividad? “Sí. Es la tiroiditis de Hashimoto, una enfermedad de carácter autoinmune que inflama la glándula tiroides (tiroiditis) causando bocio e hipotiroidismo. Los problemas de tiroides deben tener control médico y de laboratorio. Esto se traduce en el estado de ánimo de las personas y repercute en el núcleo familiar y entorno laboral. Todo parece terrible, hay poca toleracia y apatía, falta de energía, arrastras los pies, se va el tiempo. Es más conocido el hipertiroidismo, como queremos controlar el peso pensamos que subimos por la tiroides. Hay crisis muy graves en estos dos polos: en la hipertiroidea, la taquicardia y puede llegar al infarto; en hipotiroidismo, el coma mixedematoso, donde se puede perder el conocimiento. Hay que consultar al endocrinólogo para evitar estados  graves”.

¿Señales? “Revisa el cuello, y si entre los músculos hay una glandulita visible… algo pasa. Si tienes masa o bolita, se llama bocio; si son bolitas, checa que no sea un nódulo tiroideo. También son señales la diarrea, el insomnio y la intolerancia; si son severos se confunden con problemas psiquiátricos. Con la menopausia se puede tener mayores problemas tiroideos. Hay que hacerse un ‘perfil tiroideo’, con esto se abarcan las cuatro enfermedades: bocio, nódulos, hipertiroidismo e hipotiroidismo”.

¿Regular tiroides? “El tratamiento es de por vida, pero su eficacia es rápida; según sea la patología se debe checar con frecuencia, porque se traduce en la alteración de los estados de ánimo. El cáncer se presenta de larga evolución, hay que hacerse un ecosonograma o gamagrama tiroideo, una punción en los nódulos para ver si tiene malignidad. La terapéutica es con radiofármacos o cirugía; es más frecuente en hipertiroidismo, porque los nódulos calientes producen hormonas tiroideas”.

¿Saltarse los ojos? “Es la enfermedad de Graves-Basedow: un tipo de inflamación tiroiditis que actúa con la grasa detrás de los ojos, retro-orbital, se controla la tiroides y los ojos quedan protuyentes. A esto se llama: exoftalmos a los ojos salidos de sus órbitas”.

¿Cáncer? “Si no hay metástasis se resuelve el problema. Hay que hacer una Tiroidectomía, que consiste en retirar la tiroides quirúrgicamente, eso puede dejar lesiones en las cuerdas vocales y cambios en la voz; si las glándulas paratiroides, que regulan el calcio, están adheridas a la tiroides, su manipulación podría ocasionar problemas de calcio. Un cirujano experto en tiroides debe hacer la operación, por la cercanía de las arterias carotideas y las yugulares”.

¿Se puede regular la tiroides? “Se ajusta la dosis, pero se debe checar cada seis meses; si se mantiene la dosis, significa que se puede sostener por años”.

El consultorio de la doctora Valencia está en Eulogio Parra 3080-A. Teléfonos: 3641-4956 y 3146-1118. Correo: hvalencia@iteso.mx.
 

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