Ideas

Estiércol y materia orgánica

El titulo de la presente colaboración nos lleva convenientemente al concepto de la función del estiércol y la materia orgánica en los suelos agrícolas, y por extensión obligada a la fertilización de los mismos, así como de la nutrición de las plantas.
 
La literatura que nos habla del tema generaliza estos materiales, dejando al criterio del productor interesado el buen entendimiento o la interpretación equivocada del uso y aplicación en términos agrícolas. El estiércol mas utilizado, desde tiempos inmemorables ha sido el que proviene de ganado vacuno, aunque hay países que utilizan el estiércol caprino y ovino como base del abonado de sus tierras. No debemos dejar de considerar la posibilidad de aprovechar el estiércol de ganado caballar, el de cerdo o porcino, el de conejo y desde luego el aviar; este último se ha tomado muy en cuenta aprovechando para el mercado aves industrializadas de animales jóvenes tanto como adultos, así tenemos la “pollinaza” y la gallinaza.
 
Por otro lado no hemos logrado los agricultores mexicanos (con excepciones tal vez), entender como establecer una metodología de conservación para que a partir de la orina inclusive no pierda el estiércol de diversa fuente el contenido de nutrientes aunque estos en su análisis químico biológico, arrojen minimas cantidades.
 
Es pues la intención responsable iniciar un serial al respecto en esta pagina que nos da espacio los domingos.
 
El estiércol la purina, la turba o “la madal”, materia fecal, gallinaza, composta, desperdicios domesticos, abonos verdes y basuras degradantes, etc. Se refieren a los fertilizantes organicos. Hacemos incapié en el bajo contenido de elementos de nutrición que los anteriores elementos tienen, para interesarnos en la aplicación conjunta de elementos minerales, para lograr un equilibrio mixto. Así pues entre ellos el principal abono orgánico es el estiércol que se encuentra difundido y conocido en todas partes. Todos estos fertilizantes los podemos obtener localmente, ya que, por regla, ranchos y granjas nos los proporcionan, a excepción de los desperdicios orgánicos urbanos.
 
El abono verde tal como lo hemos expresado en publicaciones anteriores son todo tipo de vegetales de cultivo o espontáneos que se incorporan a los suelos cuando han alcanzado no más de 15 centímetros de altura.
 
Los fertilizantes orgánicos ejercen multilateral efecto sobre las propiedades agronómicas de los suelos y en caso de utilización correcta elevan de manera notable la cosecha de cultivos agrícolas. Con los fertilizantes organicos entran en el suelo todos los elementos nutritivos considerados macro y micro indispensables para las plantas. Como un ejemplo de valoración mínima damos unas cifras de interés económico para el productor, cada tonelada de materia seca de estiércol de ganado vacuno contiene cerca de 20 kilogramos de nitrógeno, 8 a 10 kilogramos de fosforo, 24 a 28 kilogramos de potasio, 28 kilogramos de calcio, 6 kilogramos de magnesio, 4 kilogramos de azufre, 20 a 40 gramos de boro, 200 a 400 gramos de manganeso, 20 a 30 gramos de cobre, 125 a 200 gramos de zinc, 2 a 3 gramos de cobalto 2 a 2.5 gramos de molibdeno. Estos fertilizantes podemos denominarlos completos. Ahora bien, el logro de análisis se lleva a cabo en condiciones de protección ambiental es decir, protección contra los vientos, la lluvia y calor solar, cosa que de utilizar una cubierta total con plástico negro, para propiciar el desarrollo quimio- sintetico.
 
A diferencia de los fertilizantes minerales, los abonos orgánicos por el contenido de sustancias nutritivas son mucho menos concentrados como ya lo hemos expresado para entendernos mejor. Así, por ejemplo, si el contenido de elementos nutritivos en los fertilizantes minerales se valora en decenas de por ciento, en los abonos orgánicos solo en decimas partes y rara vez en tanto por ciento. Debido a esto las normas de estos dos grupos de fertilizantes, al planificar la misma norma de nutriente puro, difieren pues drásticamente. Si las normas de fertilizantes minerales se consideran en kilos por hectárea, la de los orgánicos se expresa en toneladas y decenas de toneladas. Los fertilizantes orgánicos son poco prácticos en su transporte así que conviene utilizarlos mejor en los campos y parcelas más cercanas, aunque ganándole tiempo al tiempo podemos establecer acumulaciones localizadas.
 
Quedamos pues pendientes para continuar el tema.
 
El autor es productor asesor-consultor
Correo ing.sierra@yahoo.com.mx
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