¿En qué se fijan los hombres de las mujeres?
Evidentemente en su belleza física, diría cualquiera.
Aunque resulta que no todos. Tampoco lo físico recae en sólo sus atributos sexuales.
A la mujer su belleza, al hombre su seguridad.
A la suegra su cadera, al suegro su cartera.
Dichos populares que reflejan maneras distintas de concebir la manera en que vemos al sexo opuesto.
En algunas investigaciones se ha detectado que los hombres ponen su mirada en el rostro de una mujer, antes que en su busto o sus caderas. Particularmente cuando la tienen de frente. En cambio, si tan sólo la ven caminando, suelen mirar primero su cuerpo e inmediatamente buscar su cara, para confirmar su atracción.
De aquí que muchos hombres dicen de ciertas mujeres: “Cuerpo de tentación, pero cara de arrepentimiento” y algunos más dicen que las almohadas en la cama sirven para taparle la cara a una mujer de buen cuerpo, pero de rostro desagradable.
Lo cierto es que el hombre, en primera instancia, cae seducido por la apariencia de una mujer, con o sin maquillaje.
Pero la mayoría de los hombres está de acuerdo en que lo importante de esa mujer que los atrae, es su reacción hacia él. Es decir: si te acepta o rechaza.
Una mujer muy bella, si te rechaza, por medio de gestos y muecas, ya no te atrae tanto. O una que no es tan guapa, pero que te hace caso, se comienza a transformar en una muy atractiva.
Después de la cara y el cuerpo, el hombre se fija en la actitud, si es positiva o negativa; en pocas palabras, si te cae bien o mal. Es decir, comienza a explorar su ser. Y si también descubre que es atractiva y bella por dentro, entonces es una mujer muy valiosa, pero, si ve algo que le desagrada de su interior, allí quedó toda la belleza.
Por supuesto que no se puede generalizar, pero la tendencia es que el hombre salte pronto del exterior al interior para tratar de descubrir qué tan atenta, educada y culta es una mujer. Al menos que sea compatible y agradable también para lo que el hombre busca en ella.
Los hombres nos fijamos mucho en el trato, en la manera en que nos mira y la forma en que nos hace sentir bien. Sobre todo en las atenciones y los gestos de cariño y afecto.
Es cierto que muchos hombres eligen mujeres para lucirlas socialmente y exhibir que son capaces de conquistar la belleza. Pero en general el hombre tiene necesidad de compañía y de tener alguien con quien charlar y compartir muchas de las cosas de la vida.
Si los hombres actuales nos fijamos en las mujeres más allá de su belleza física, ¿por qué no cuidan más su forma de ser, tanto como lo hacen con su apariencia?
Estamos de acuerdo que también hay belleza interior.
Y claro, todos debemos de hacer un esfuerzo por embellecer nuestra alma.