Ideas

Elementos del suelo

Debemos explicarnos: no estaremos exponiendo aspectos de la química de la nutrición vegetal; solo es de nuestro interés, aclararlo, para evitar confusiones e interpretaciones erróneas, pues nuestros amigos productores bien se merecen tener la información muy clara y aplicable en los conceptos de la producción agrícola.
Macro nutrientes.- A sí son conocidos mundialmente los elementos mayores que intervienen en la nutrición vegetal. De los 13 elementos esenciales obtenidos del suelo por las plantas, 6 son usados relativamente en grandes cantidades, y, por consiguiente, merecen nuestra atención primordial. Son el nitrógeno, el fosforo, el potasio, el calcio, el magnesio y el azufre. Se designan pues con el nombre de macro nutrientes porque las plantas los utilizan en grandes cantidades. El crecimiento de los vegetales puede ser retardado por varias causas: porque haya escases de ellos en el suelo, porque resulten asimilables demasiado lentamente, o porque no estén adecuadamente equilibrados con los otros elementos nutritivos. A veces pueden existir las tres limitaciones juntas. Esto lo testimoniamos con frecuencia, respecto al nitrógeno.
 
El nitrógeno, fosforo y potasio le proporcionan al suelo, comúnmente en forma de estiércoles y de abonos comerciales. Por esto se les conoce y se les llama elementos fertilizantes. Así mismo, el calcio y el magnesio se dan, casi siempre, en forma de caliza ya industrializada, por bloque se llaman elementos calcáreos. El azufre, además de existir en el agua de lluvia, llega comúnmente al suelo en forma de ingrediente incidental en algunos fertilizantes, como el estiércol, superfosfato y sulfato amónico. En casos especiales al azufre lo aplicamos como flor de azufre, para corregir deficiencias nutritivas o ajustar la reacción del suelo.
 
Micronutrientes.-  Los otros elementos nutrientes como el hierro, manganeso, cobre, zinc, boro, molibdeno y cloro son utilizados por las plantas superiores en muy pequeñas cantidades y, en consecuencia, se les llama micronutrientes de hecho, tales elementos son fundamentalmente tan importantes como los otros.
 
Excepto el hierro, en muchos suelos pueden verse vestigios fugaces de todos ellos y su índice de asimilación por las plantas aparece por lo general muy bajo. Por lo tanto, aunque su remoción por las plantas es pequeña en una estación dada los efectos acumulativos se producción de cosechas en un periodo de varios años o temporadas pueden reducir rápidamente los limitados depósitos que el suelo presente.
 
Los tres tipos generales de suelos en los que los micronutrientes pueden constituir un problema a resolver, son los suelos arenosos, los orgánicos, y los muy alcalinos. Esto es debido a las pequeñas cantidades de micronutrientes en la arena y en los suelos orgánicos y a la pequeñísima asimilación de muchos de estos elementos en condiciones muy alcalinas.
La deficiencia de los micronutrientes descubiertas o detectadas en muchos de nuestros suelos en los últimos años nos han dado mucha luz a la significación practica de ellos mismos. No obstante, debido a que los problemas de la fertilidad macronutriente son más generales, hemos de llamar la atención considerada.
 
Cuatro cuestiones de los nutrientes.-  Para llegar a una conclusión lógica de las causas por las cuales existen deficiencias nutritivas en los suelos, consideramos cuatro puntos de gran importancia: uno las cantidades de los diferentes macronutrientes presentes en los suelos minerales; dos sus formas de combinación; tres el proceso por el cual estos elementos resultan asimilables para las plantas, y cuatro la solución del suelo y su p H.
 
Cantidades de macronutrientes en los suelos minerales.- A  pesar de que los suelos varían grandemente en su composición química, es posible conocer el tipo de porcentaje dentro del cual los macronutrientes se hallan ordinariamente cuando se estudia un número determinado de suelos en su perfil superior. Por otra parte los análisis se dan para suelos representativos regionales.
 
No debemos olvidar, sin embargo, que tales datos no son los particulares de un suelo dado, sino un término medio de las estadísticas llevadas en el laboratorio. Debemos hacer hincapié que a los valores porcentuales dados son solo para suelos superficiales. Estas cifras nos demuestran que los suelos de las regiones áridas son, en general, más altas en todos los constituyentes importantes, a excepción de materia orgánica y nitrógeno. Como excepción, a pesar de lo indicado, también tenemos tierras negras en regiones sub húmedas que para nuestra sorpresa pueden dar cifras del 16% de materia orgánica y de 0.70 a 0.80% de nitrógeno.
 
Hemos cubierto esta primera parte de este serial que continuaremos en próxima colaboración.
 
El autor es productor asesor-consultor
Correo ing.sierra@yahoo.com.mx
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