El subsidio del Campeonísimo
La obtención del décimo segundo campeonato del América fue histórico para los capitalinos pues los convirtió en el equipo más ganador de títulos del futbol mexicano, arrebatándole tal distinción a las Chivas, equipo que durante muchos años fue el que más trofeos de campeón exhibía en sus vitrinas.
Que el conjunto tapatío haya dejado de ser el de más títulos en su haber, no solo trajo consigo el desencanto, la frustración, el coraje o la tristeza de sus simpatizantes, también dejó al descubierto datos reveladores al momento del análisis de lo acontecido.
El hecho de que las Chivas fueran el equipo más ganador de nuestro balompié no solo le daba lustre a la grandeza de la historia del mexicanísimo equipo, también generaba una aureola que le daba una imagen triunfadora al estado mismo, Jalisco era percibido como una entidad futbolera poderosa.
La vigencia y la trascendencia que a lo largo de los años ha mantenido lo hecho por el equipo Campeonísimo del Guadalajara es de llamar la atención, aquella escuadra que en sus tiempos resultaba invencible para la mayoría de sus oponentes, en la actualidad aunque sea vagamente pero las nuevas generaciones tienen nociones de algunos de sus integrantes, razones las hay, en los momentos apremiantes se les recuerda y en los momentos de gloria se les homenajea. Desde el inicio de su administración el actual propietario del equipo los ha tomado como estandarte y no ha escatimado en reconocimientos para todos ellos cada que se presenta la oportunidad para hacerlo.
Sin la menor duda, los logros alcanzados en la época de mayor esplendor de ese Guadalajara con una hegemonía en casi una década completa desde mediados de los cincuenta hasta los sesenta han sido la estructura que soporta el prestigio ganador de las Chivas.
La estructura fue tan sólida y grande que tuvieron que pasar más de cuatro décadas para que la pudieran superar. El campeonato 69-70 fue el último en el que el equipo que terminaba como líder general se proclamaba campeón de ésta forma. Se coronaron las Chivas en ese momento por octava ocasión en su historia. A partir del campeonato 70-71 se implementa la Liguilla.
Con la “Fiesta Grande” llegó la sequía de títulos para el futbol de Jalisco que ha sido mitigada a cuenta gotas, con tres títulos de Chivas y uno de los Tecos. Cuatro campeonatos en 44 años es la magra cosecha y teniendo que tomar en cuenta que a partir del Invierno 96 se multiplican por dos el número de torneos que se disputan. En el periodo referido el resto de los equipos tapatíos Atlas, Jalisco y Leones Negros no aportaron nada para tal causa.
Cuando comenzaron las Liguillas el América sumaba un campeonato hoy tiene doce, el Cruz Azul tenía dos hoy acumula ocho, el Santos que ni existía y ha ganado cuatro campeonatos, vaya Manuel Lapuente y Víctor Manuel Vucetich eran jugadores en aquellos tiempos setenteros, años más tarde como entrenadores han ganado cinco títulos cada uno.
Queda claro que se ha vivido del recuerdo de la grandeza del campeonísimo porque no se ha vuelto a tener otro equipo de época como ese, o que al menos haya sido campeón con cierta periodicidad. En contraste se han dado los descensos del Atlas, Tecos, la desaparición del Jalisco y por una década de los Leones Negros.
Con el panorama actual no se vislumbra ni para cuando se puedan reverdecer laureles.