El alma corrupta
Nos dijo el filósofo inglés Bertrand Russell que la ciencia moderna no proporciona indicación alguna acerca de la existencia del alma o de la mente como entidad, las razones para no creer en ella son de una especie muy parecida a las razones para no creer en la materia.
El mundo no sólo está constituido por cosas que gravitan en el tiempo y el espacio, sino también por acontecimientos que suceden en él.
Nos reafirma el filósofo en sus reflexiones sobre el alma, que tanto la materia como la mente no son más que modos convenientes de organizar acontecimientos.
Pues de igual manera, las personas se organizan convenientemente para desplazarse por la vida en una forma más o menos adecuada a los acontecimientos.
Sin duda el ser corrupto se inclina a los vicios, a no hacer el bien, mucho menos a los demás, sino a beneficiarse de lo que le convenga.
El fuerte apego a lo material, al dinero concretamente, hace que el enfoque del alma quede reducido a lo meramente conveniente. Es decir a nutrir al ego.
Elba Esther Gordillo ahora es una mujer corrupta. La lista de gastos, inversiones y su escandaloso dispendio, no corresponden al sueldo que percibe.
Pero eso no es de ahora, ya tiene mucho camino recorrido con su alma así. ¿Cómo es que hasta ahora está tras las rejas? Muy sencillo, hoy sí se quiso, ayer no.
Lo que nos coloca en la penosa evidencia de que el Gobierno anterior no le puso la mano encima, porque pactó con ella. Y quien acuerda con almas corruptas, también la tiene igual. Y si no pactaron con ella, no aplicaron la igualdad al perseguir a los delincuentes selectivamente y haber dejado este pez gordo, seguir nadando a su antojo en el estanque de la maldad.
El alma corrupta, al igual que la materia corruptible, se deteriora, se desgasta, se pudre, tiene una caducidad y además daña e intoxica su entorno. Así que cumpliéndose el destino que tiene toda corrupción, la misma que el cuerpo al dejar la vida. Tiene su límite y a la maestra le llegó su turno. Venganza, desquite o simple ejercicio de la justicia. Sus horas estaban contadas en el nuevo gabinete.
Esto ya se venía cocinado y sólo se puso a la mesa de los comensales, en cuanto se dio la orden desde la cocina.
Los golpes de autoridad, al inicio de un sexenio, son muestra de músculo por parte de los recientemente ingresados a la cúspide del poder. Y está escrito que sólo serán los señalados como indeseables. Los demás pasarán la aduana y toda su corrupción se seguirá desparramando por doquier.
El alma corrupta seguirá danzando por las calles y laberintos de nuestras estructuras sociales. No se combate con un alma en la cárcel, sino con un cambio radical del estilo de vida que aun consentimos.
Muestra evidente de la descomposición social, de la miserable condición de injusticia que ha permitido que una maestra se comporte de una manera así. Y además fuera la líder de un sindicato. La solución está en la educación. Sí, ¿pero en manos de que almas?