Ideas

El Río Verde

Jalisco se pavonea de maravillosos ríos; en Los Altos un río murmura placer y por su atractivo verdor, fue llamado, “Río Verde”. Verdor de las hojas de las sabinas y algo de las aguas sulfurosas que se escurren en su cañón.

Mariano Bárcena nos dice: “El río Verde viene desde el Estado de Aguascalientes y tal vez algunas de sus aguas proceden de Zacatecas; recorre los cantones 11º (Teocaltiche), y 1º (Guadalajara) de Jalisco, tocando en el 3º (La Barca), y desemboca en el río Grande a corta distancia de Guadalajara. Al río Verde se le reúnen varios afluentes, como son los riachuelos de La Encarnación, Lagos, Calvillo, Teocaltiche y Calderón”.

De tierras hidrocálidas entra a Jalisco el río San Pedro, cerca del poblado La Chiripa, Jalisco; luego, a corta distancia, corre próximo a El Chilario, pasando Los Escalones se le une el arroyo Palo Blanco, después bordea una loma para acercarse a La Labor, enseguida se acerca a Las Pájaras, donde recibe el arroyo de igual nombre.

Después atraviesa por El Gavilán de Arriba y de Abajo. Próximo de Las Adjuntas, se le suma el arroyo El Rincón. En El Ahuizote, el río San Pedro toma el nombre de Verde, localizándose a mil 750 metros sobre el nivel del mar, sitio en el cual las faldas suroestes de la mesa Las Flores lo acarician.

Tras un recodo llega a la hacienda San José de Ajojucar, más adelante se le anexan los arroyos: Ojos de Agua y Los Lobos, para posteriormente pasar por el puente de la carretera que vincula a Aguascalientes con Teocaltiche.

Por el puente, las aguas diáfanas son recibidas por una hermosa sabinar, y se vuelven a manifestar en gran parte de su trayecto, embelleciendo al río de manera extraordinaria, sabinas centenarias, entrañables compañeras que lo animan en su fluir.

A corta distancia, alegra a los habitantes de Belén del Refugio, de San Juan y de San Roque. Y a pocos potreros se le adhiere el arroyo La Haciendita; después pasa a un costado de la finca llamada como el arroyo. Enseguida riega un bosque de sabinas, que dan sombra a San Andrés y a la Sierrita de los Dolores, luego entra a la hacienda Las Juntas, nombrada como tal por las confluencias de los ríos: Encarnación y Halconero, o Agostadero, a un lado de Garnica.

Adelante de Paso de la Canoa y de la hacienda de Elías Padilla, engruesa el caudal del río Agua Blanca y no muy lejos se aproximan al lecho: La Haciendita, San Aparicio, Rincón de los Cedros, Las Bateas, los Barrenos, Paso del Sabino, la hacienda Buenavista y El Morisco. Franquea un monte, atraviesa el puente del camino que une a Teocaltiche con Jalostotitlán, y atraviesa con sigilo San Nicolás de las Flores.

Tras un pliegue, se funde el arroyo Rancho Viejo, enseguida está la hacienda La Cofradía y después se le junta el arroyo Prieto. Luego serpentea el cerro Colorado y las bizarras mesas: Grande y Chiquita. Enseguida, les canturrea a los moradores de Rincón de Guzmán.

Cerca a El Bueyero, desemboca el río Ipalco. A un corto trecho se ubica la mina Las Amarillas y la mesa de Barredas, registrando un nivel de mil 650 metros.

Más adelante, arrulla a los parroquianos de Temacapulín. Después de zigzaguear unas sabinares, capta los tributarios: Grande, Santuario, Coyote, Corazón, y en la Cofradía, al arroyo La Mina. Las aguas verdes van refrescando a diversos animales.

Poco antes del Rincón de San Lorenzo y El Zapotillo, desemboca el arroyo Acasico a mil 600 metros.

A la altura de El Zapotillo, una cortina se está terminando, la presa llevará el nombre del poblado. Posteriormente cuenta con los afluentes: Salto de Otates y La Peña Prieta, luego se aproxima a El Zapote y al Potrero de los Sandovales.

Pasando la Iglesia Vieja, vierten sus aguas los arroyos: El Muerto, El Pájaro Blanco, Peña Colorada, Tío Alejo, Andrada, Agua Caliente (mil 500 metros), La Calera y Las Palomas; después pasa el puente que lleva su nombre, enlazando a Tepatitlán con Yahulica.

En su mágico serpentear cuesta abajo, recibe los caudales de: Atenguillo, Campana, Güencho, Corona, Hondo, La Vieja, Los Izotes y El Desahijadero, hasta la mesa Plan de Potrerillos, enseguida: Pila de Vacas, La Gloria, Roa, Las Pilitas, Grande, Las Presitas, Pajaritos (mil 150 metros), San Pablo y Algodonal.

En las faldas del cerro Las Mulatas, baja a mil 50 metros y luego de un atractivo meandro, desemboca con gracia en el río Grande de Santiago, donde la planta Hidroeléctrica aledaña, fue bautizada, “Las Juntas”, en 1899.

La cuenca del río Verde es simplemente hechizante y encantadora a la vez.

Sigue navegando