El Inspector Morse
Se cumplen en 2015 cuarenta años de la publicación de la primera novela de Colin Dexter, Last Bus to Woodstock, que fue el debut del Inspector Morse. Después vendrían otras doce, y luego 33 episodios de la extraordinaria serie de televisión que lo haría famoso y que se filmaron entre 1987 y 2000. El autor, Dexter, hace apariciones casi furtivas, y por supuesto sin crédito, en treinta de los episodios, algo muy en la línea de las pistas que siempre van sembrándose aquí y allá, como el nombre mismo de Morse que se repite, en código Morse, en el tema musical de la serie.
Dexter (nacido en 1930) escribió su primera novela por aburrimiento una tarde lluviosa de vacaciones, y el producto fue uno de los personajes más enigmáticos de la novela negra: un policía gruñón, solitario y erudito al que le gustan la cerveza, la poesía y la ópera (sobre todo Mozart y Wagner) y cuya afición por los crucigramas más difíciles parece guiarlo a descubrir asesinos. En la televisión, el actor John Thaw es un espléndido Inspector Morse, que se dedica entre otras cosas a torturar a ratos a su fiel asistente Lewis y hacerlo pararse a beber en todos los pubs mientras resuelven el caso. Fue en gran medida mérito de John Thaw haber convertido al Inspector Morse, con todo y sus defectos, en uno de los grandes iconos televisivos. Cuando la serie británica, una de las más populares de todos los tiempos, terminó en el año 2000 con la muerte del protagonista, hubo un auténtico duelo nacional (el actor moriría un par de años después). Afortunadamente, la repiten con frecuencia.
Pero hace días se publicó un artículo* donde se entrevista a quien fue el modelo más importante para la construcción del personaje de Morse, que le prestó no sólo el apellido sino también la agudeza y la cultura. Dexter conoció a Sir Jeremy Morse, quien ya tiene 86 años, en la década de los cincuenta, cuando coincidieron en las cenas que organizaba The Observer para quienes resolvían sus enredosísimos crucigramas. Morse (el de carne y hueso) era entonces director general del banco Lloyds (luego representó al Reino Unido en el Fondo Monetario Internacional). Dexter ha explicado por qué lo hizo padrino de su detective: porque nadie tiene más capacidad para resolver problemas y es, en pocas palabras, “el hombre más inteligente que he conocido”.
En sus primeras novelas, Dexter bautizó a la mayoría de sus personajes con los nombres de otros amigos de ese grupo de expertos crucigramistas. Pero si el escritor fue campeón nacional de crucigramas en los setenta y ochenta, Sir Jeremy Morse es el vencedor indiscutible e imbatible, tras un récord de sesenta años a la cabeza de la liga.
Mucho más amable y optimista que su brusco homónimo el Inspector, Sir Jeremy estudió letras clásicas y modernas en Oxford (igual que el personaje, que además vive ahí) y es también especialista en ajedrez y autor de un clásico sobre el tema: Chess Problems: Tasks and Records.