Diario de un snob
¿QUÉ TIENEN EN COMÚN GIUSSEPPE TOMASSI DE LAMPEDUSSA Y RULFO?
ES QUE ¿HAY QUE CAMBIARLO TODO PARA QUE NADA CAMBIE?
HACE YA MÁS DE 60 AÑOS DE LO QUE SE LLAMO “EL BAILE DEL SIGLO”.
LO OFRECIÓ CHARLIE DE BEISTEGUI, UN RICO MEXICANO EUROPEIZADO.
DESDE VENECIA UN 3 DE SEPTIEMBRE DEL 1951 LOGRÓ PONER DE CABEZA AL MUNDO ENTERO.
SENTIDO FALLECIMIENTO DE DOÑA ESTHELA CASTILLO VDA. DE FERNÁNDEZ.
SE ANOTÓ UN 10 NUESTRO PRIMER MANDATARIO EN LA INAUGURACION DE LA MAGNA BIBLIOTECA DE LA UDEG.
Sí, es verdad, los tiempos hoy son otros. “Todo cambia, nada permanece”. Pero en todo caso preferimos al príncipe don FABRIZIO en Donnafugata diciendo: “Hay que cambiarlo todo para que nada cambie”. Una de las mas célebres líneas de la novela y después convertida en maravillosa cinta “El Gatopardo” cuyo autor no hizo más que recrear su mundo de decadencia y soledad en la maravillosa Sicilia, y que al igual que nuestro coterráneo Juan Rulfo sólo le bastó una obra, casi un folleto, para elevarlo a las cumbres del Olimpo de los Dioses, éste en la búsqueda de la “Media Luna”, aquel en los recuerdos de Donnafugata, ambos situados en áridos paisajes y con un enorme volcán como telón de fondo. Casi idénticas costumbres, casi paralelas formas de vida de RULFO y TOMASSI de LAMPEDUSSA. Mediocres personajes (a los ojos de los que no ven) que logran crear cada uno en su país y por las mismas épocas las obras cumbres de la literatura mexicana e italiana. Es casi al final de sus vidas cuando ambos, y a miles de kilómetros de distancia, demuestran no sólo su casta, sino lo que es el auténtico arte de plasmar en la estampa la elegancia y la sencillez de ambos lenguajes unidos por la vida del campo y por ineludibles raíces históricas. Pero para no salirnos del tema principal que nos ocupa, a esta casta de personajes entre “campiranos” y elegantes perteneció la familia BEISTEGUI, cuya fortuna, se dice, fue en principio acumulada de manera nada elegante y recién llegados de Puebla a la capital en los tiempos de doña CARLOTA y el barbado y rubio MAX por azahares del destino el porfiriato les encumbra y no mucho después se les ve ya como diplomáticos en ciertas cortes europeas. Al triunfo de la Revolución de 1910 y la partida de DÍAZ al destierro, éstos ya estaban muy apertrechados entre París y Londres. Sus haciendas y propiedades, muchas de ellas en las calles de Ejido al lado del hoy Monumento a la Revolución, les siguen produciendo rentas que no merman de modo alguno su tren de vida. Un famoso CARLOS DE BEISTEGUI, solterón empedernido y coleccionista de arte en “old masters”, enseña al sobrino las formas y los modos de la alta sociedad de “entreguerras”. Al morir el viejo tío dona su colección al Museo de Louvre donde una sala magníficamente dispuesta lleva su nombre. Aquí comienza la carrera del sobrino CHARLIE entre lo que se llamó el “cafe society” y su ascenso social como el líder del buen gusto y lo exquisito. Se vincula con EMILIO TERRY descendiente de una rica familia cubano-española y crean así lo que se denominaría el gran Art de Vivre que reinaría por más de 50 años. Arrancando con el fabuloso piso que el arquitecto LE CORBUSIER le realiza en 1930 a BEISTEGUI en plenos Campos Elíseos con un estilo ultramoderno, aun para los parámetros actuales y aquella famosa escalera curva que desciende de la azotea, o que asciende hacia ninguna parte. Viajes a la playa del Lido, amigos como mademoiselle CHANEL ALEXIS DE REDE, MARIE LAURE de NOAILLES, ARTURO LOPEZ WILSHAW o su rival el falso marqués de CUEVAS, la deslumbrante VIZCONDESA de RIBES, los POLIGNAC, JEAN LOUIS DE FAUCIGNY-LUCINGE y sin faltar CECIL BEATON, LADY DIANA COOPER o ELSA MAXWELL que a su fealdad y gordura se sumo el ser la reina de las fiestas al igual que CHRISTIAN BERARD. Pues bien, el mundo del “cafe society” después de pasar por épocas y penurias debido a la Segunda Guerra Mundial encabezado por CHARLIE BEISTGEUI, decide dar éste un “grand bal” que hiciera olvidar el racionamiento y la escases dando un toque de alegría y que sirviera de motivo a fin de que las señoras ricas volvieran a lucir sus joyas celosamente guardadas durante la Guerra. Coincide la época con el lanzamiento de CHRISTIAN DIOR y su “new look” ostentosa forma de vestir a las damas como DAMAS que hacen de ésta época un regreso a la ELEGANCIA. Creemos que ni el propio distante y ególatra CHARLIE imaginó lo que sería su fiesta en aquel vetusto PALAZZO LABIA que se había dado a la tarea de restaurar con murales del TIEPOLO, la invitación escuetamente decía así “Monsieur Carlos de Besitegui prie Le Duc de Tlaquepaque de luí faire l’honneur de venir passer la soiree chez luí au Palais Labia, a Venise, le trois de Septembre, 1951 a dix heures et demie.R.S.V.P. Bal costumé époque XVIII, masques et dominós”. Una de las hoy escasísimas invitaciones nos tocó verla y tenerla en nuestras manos hace ya muchos años en casa de BICHETTE AMOR la condesa de CELANI en París, ella en ese momento estaba en México y no había asistido, pero estaba invitada igual que otros mexicanos de prosapia, como los YTURBE, los POLIG-NAC DE LA TORRE, los CORCUERA, o los LIMANTOUR, resabios de un México del porfiriato, que habían tomado su segundo aire. Nada que podamos decir podría tener ni la mas mínima idea de lo que fue el BAILE DE BAILES y el retorno a la vida de una Europa desvalida. Revivida por un fantasioso y caprichoso mexicano que cuando le convenía se hacía pasar por francés o por español. Al paso de los años nos tocó conocer a su sobrino JEAN DE BEISTEGUI, a su adorable esposa ANICK DE ROHAN CHABOT y a sus hijos, principalmente LOLITA la mayor, quien por muchos años casada con GONZALO ROBLES MC EACHEN vivió en Ciudad de México. CHARLIE murió en 1965 heredándole a su sobrino el CASTILLO DE GROUSSAY que también nos toco en suerte conocer pues LABIA lo había vendido poco tiempo atrás a la RAI Italiana. Los altos costes de mantenimiento de un castillo como GROUSSAY hicieron que en un sentido más práctico se decidiera su sobrino por realizar una subasta que alcanzó cifras pocas veces vistas y para descubrir que la mayoría de los “maravillosos” Objetcts d’art eran mmm FALSOS. Sin embargo, el BON GOUT permaneció y se le sigue llamando “El Estilo Beistegui”. ¿Dónde quedó esa saga de mexicanos intrépidos, mundanos y más que ricos, bien relacionados? Hoy en día no cruzan más allá de Las Vegas. Pero saltando a temas menos mundanos un sentidísimo pésame a la notable familia FERNÁNDEZ CASTILLO y en particular a nuestro gran amigo BRICIO FERNÁNDEZ y su adorable esposa MÓNICA GARCÍA OCHOA. El pasado miércoles falleció doña ESTHELA CASTILLO viuda de FERNÁNDEZ, esposa de quien fuera en vida el caballeroso y elegante don GABRIEL FERNÁNDEZ ACEVES, y que lograran formar una muy bonita familia en su momento compuesta por BRICIO, ÓSCAR, HORACIO, MARCELA (de feliz memoria) y ALDO el menor. El triduo de misas en sufragio de tan querida dama fueron ofrecidas el pasado miércoles, jueves y ayer viernes en la Iglesia de San JOSEMARÍA ESCRIVÁ DE BALAGUER ante la asistencia de “medio Guadalajara” conocido de antaño y hogaño a la que pertenecen los FERNÁNDEZ CASTILLO desde aquí les acompañamos en su pena. Y sólo buenos comments hemos escuchado de nuestro Primer Mandatario al hacer una rápida visita a fin de inaugurar la magna BIBLIOTECA PÚBLICA DEL ESTADO en el Centro Cultural Universitario, diseño de nuestro amigo PICO GONZÁLEZ MARTÍNEZ hijo de otra gran amigo, FERERICO GONZÁLEZ GORTÁZAR. El señor Presidente, ya lo hemos dicho alguna vez, posee una facilidad de expresión y palabra que es como un chorro de agua clara sin retórica y sin esa engolada voz o tono que de pronto caracteriza a muchos políticos. Su imagen crece al escucharlo y hace que sus fallas —que no son de él— se olviden y sería un deleite para nosotros alguna vez tener el gusto de conversar con él, al igual que con su adorable esposa ¡BRAVOOO!