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Desmarcado
Hasta antes del partido frente Guatemala, el ánimo y el buen grupo dentro de la Selección mexicana ha sido realmente inmejorable, habiendo en Charlotte un punto de quiebre cuando sobre la hora del partido contra Cuba, la noticia del doping positivo de cinco jugadores cimbro al plantel y al cuerpo técnico, que sin embargo logró sortear el momento difícil, tanto en la cancha como fuera de ella, y de a poco asimilarlo y superarlo con tranquilidad, y aunque en este espinoso, el punto final aún no se ha escrito, en el desarrollo futbolístico del equipo queda claro que difícilmente lo volverá a afectar.
Lo que hay que destacar es la postura que desde el primer momento asumió el entrenador José Manuel de la Torre, quien no se ha involucrado públicamente en el tema, siendo multicuestionado al respecto, su respuesta es en esencia la misma que el responde lo que tenga que ver con el trabajo de cancha, y no aborda el asunto más allá de lo estrictamente superficial, dejando en todo momento que sea el director de la Comisión de Selecciones, Héctor González Iñárritu o en su momento el doctor José Luis Serrano, quienes comparezcan ante los medios de comunicación para dar las explicaciones necesarias, fijar posturas y pormenorizar las estrategias y procedimientos a seguir. Esta postura podría ser opinable, pero lo que si es prudente sobre todo con los antecedentes anteriores de temas azarosos que terminan en escándalo, y para evitar cualquier suspicacia, “Chepo” optó por patearla al córner para no involucrarse más de lo necesario; desde luego que el caso es para preocupar a cualquiera y por supuesto que para el estratega el bienestar de sus jugadores es algo primordial, pero se sabe que una declaración ambigua puede desencadenar el más tenebroso juego del teléfono descompuesto; algún aprendizaje habrá sacado el actual timonel del Tri de lo vivido, por sus antecesores en este tipo de circunstancias, su proceso ha navegado sobre aguas tranquilas y teniendo las condiciones ideales para desarrollar su trabajo sin contratiempos. Al no haber demasiada tela de dónde cortar, respecto al desempeño del equipo en la cancha y siendo el doping un motivo de permanente polémica y especulación, la Federación ha sido muy cautelosa en sus movimientos tratando de cuidar todas las formas posibles para evitar errores como en el caso Carmona-Galindo, o autogoles como el de los “cachirules” o algunos otros. El asunto sigue siendo de cuidado y un mal manejo del mismo puede tener consecuencias desagradables para los involucrados; las cosas deben de seguir su curso dentro del terreno de juego y en el escritorio que cada quien haga lo que debe hacer y que lo haga bien.