Copa Davis, dos finales, dos perdidas
Por Emilio Fernando Alonso
México es uno de los países fundadores de la Copa Davis de Tenis, el certamen más importante entre naciones del orbe tenístico, pero nunca lo ha podido ganar. Dos veces ha estado cerca de obtenerla. La primera fue en 1962 cuando con un equipo integrado por el regiomontano Rafael “Pelón” Osuna y el tapatío Antonio “Potrillo” Palafox se midieron con la potente Australia en una final escenificada en Brisbane, una de sus ciudades.
Australia tenía un equipo que contaba con el gran Rod Laver, Roy Emerson y Neale Fraser, quienes vencieron 5-0 a los mexicanos, Rafael “Pelón” Osuna y el tapatío Antonio Palafox, que dieron batalla, pero sucumbieron ante Laver, apoyado por Fraser y Roy Emerson, sobre todo el zurdo Laver, por aquel entonces el tenista número uno del mundo.
Tuvieron que pasar muchos años para que nuestro país pudiera llegar a otra final de Copa Davis, esto sucedió en 1975 de la mano del bajacaliforniano Raúl Ramírez, quien había estudiado en la Universidad del Sur de California (USC) y representado a los famosos Troyanos en competencias universitarias de los Estados Unidos. Raúl ya había ganado en Mónaco e Italia títulos individuales y estaba considerado junto con su pareja estadounidense, Brian Gotfried, como los mejores doblistas del mundo, aunque en México hacía dupla, por aquellos años con Vicente Zarazúa o Marcelo Lara. Los sudafricanos contaban con un equipo fuerte, que conformaban Bob Hewitt, nacido en Australia pero naturalizado sudafricano, y Fred Mc Millan, que un año antes habían ganado la Copa Davis, sin jugar la final, al negarse a jugar contra ellos dicha final el equipo de India en protesta, por el sistema de segregación racial, conocido como “apartheid”, que reinaba en Sudáfrica todavía.
Pues bien, la historia se repitió, México decidió no comparecer a la Final de Copa Davis ante los sudafricanos, y estos se coronaron sin jugar, otra vez, por el mismo motivo “el apartheid”.
Desde entonces, el tenis mexicano ha tenido algunos momentos brillantes, como cuando Raúl Ramírez venció a Jimmy Connors en el Centro Deportivo Chapultepec en el DF, o Leo Lavalle a Boris Becker en la altura que tiene la Ciudad de México, así como cuando Ramírez y Zarazúa derrotaron en Palm Springs California, como visitantes a los Estados Unidos, o Leo Lavalle, Pancho Maciel y Jorge Lozano derrotaron en su casa a Suiza, donde comenzaba a descollar un joven llamado Roger Federer.
Sin embargo nuestro país, nunca ha estado cerca de llegar a su tercera final de Copa Davis. La interrogante es ¿volverán a esa instancia algún día? Por lo pronto el fin de semana pasado, acaban de vencer a Perú para avanzar en la fase americana de la Segunda división de la Copa Davis, buena noticia sin duda, pero aún queda mucho camino por delante, y mucho trabajo para Jorge Lozano, capitán del equipo mexicano de Copa Davis, quién fuera un brillante doblista en su tiempo, y junto a diferentes parejas, diera tantas satisfacciones al tenis mexicano, ojalá puedan los tenistas aztecas volver a la Primera División del tenis internacional y jugar una tercera final disputando la ensaladera de plata, con la que se premia al equipo campeón de la Copa Davis.
El nombre de este trofeo es alusivo a la forma que tiene y lo donó en su inicio un estadounidense llamado Richard Davis, quien es el creador de este campeonato, y propuso que se jugara entre Naciones dicha Copa.