Camacho Solís: El Maestro
Se pudiera decir que ha vivido casi de todo lo que una persona querría vivir: Estudiante destacado, amigo consentido del presidente Carlos Salinas de Gortari —en contra del cual dice luchar ahora—, regente de la Ciudad de México por designación del propio Salinas de Gortari (1988-1994), experto en crear y “resolver” conflictos sociales a base de “cañonazos de miles o millones de pesos”, como los que entregaba —vía Marcelo Ebrard— al entonces Manuel Andrés López Obrador, líder de los barrenderos de Villahermosa, Tabasco, a los cuales llevó al Zócalo de la capital del país para que se manifestaran desnudos —los primeros en hacerlo, aunque claro, la cuota era más elevada—.
Manuel Camacho Solís, egresado de las escuelas de la Congregación de Los Legionarios de Cristo —sí, la de no gratos recuerdos en la actualidad, cursó sus estudios hasta la preparatoria en el Instituto Cumbres, cuyo lema “SEMPER ALTIUS” significa en latín “siempre más alto”—, desde joven se convirtió en un Maestro universitario y se ha distinguido por su perseverancia por alcanzar la Presidencia de México, aunque su verdadera oportunidad la perdió ante Luis Donaldo Colosio, a quien nunca le perdono el que la haya ganado la candidatura, y quien desafortunadamente fuera asesinado, sin que a la fecha se haya castigado al o los autores intelectuales de tan denigrante acto.
Hoy de nueva cuenta se viven tiempos electorales en México, y Camacho Solís sacrifico a su delfín Marcelo Ebrard —dizque para el 2018— con tal de no tener que pelear con un rejuvenecido y persistente Andrés Manuel López Obrador, quien con la “careta” de candidato amoroso ha logrado situarse en el segundo lugar de las encuestas (aunque aún lejos de Peña Nieto), y que con el movimiento #YoSoy132, ha logrado sumar a su causa a un importante número de jóvenes, sobre todo de la Congregación de los Jesuitas de la Universidad Iberoamericana, no obstante, es de perturbar el texto y los alcances del cartel de un joven estudiante que decía: “En donde estás Mario Aburto, ahora que México te necesita”.
Previo a las campañas, Manuel Camacho estuvo en dos ocasiones en Guadalajara y durante las mismas hizo hincapié en que si alguien le quisiera otorgar la “paternidad” de las negociaciones que llevaron al Partido Acción Nacional (PAN), al partido de la Revolución Democrática (PRD), conjuntamente con los pequeñuelos Convergencia y el Partido del Trabajo (PT) para aliarse y ganar las gubernaturas de Guerrero, Oaxaca y Sinaloa, con gusto aceptaba el honor de las mismas, aunque se tratara de querer unir “el agua y el aceite”, porque en la política todo se vale.
Con esta somera semblanza nos damos una idea de lo que está ocurriendo en la arena política.
P.D. Aseguran que si no escribo lo y como alguien quiere, significa que soy priista, mientras que si coincido con algunas tesis de candidatos de izquierda o de derecha, soy brillante, profundo, demócrata y plural.
Posdatita: Respeto, dejen ser.