Allá en la fuente
Si usted cree, borrachito, que todo fue “miel sobre hojuelas” en la gira del gobernador por Estados Unidos, pues no lo crea tanto: tuvo que esperar más de tres horas en el aeropuerto de Chicago por un retraso repentino de su vuelo a Los Ángeles. Llegó a la ciudad californiana cerca de las cuatro de la mañana, y tenía agenda apretada que comenzaba poco después de las ocho de la mañana: reunión con el cónsul de México en Los Ángeles (¡y ésas son de las que no se pueden mover!). Y pues así, con ojeras y mal dormidos, se tuvo que presentar toda la plana que acompañó al góber: desde Salvador Rizo, secretario de Desarrollo Social, hasta Guillermo González, director de Relaciones Internacionales del Gobierno del Estado.
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Hoy tendremos en Jalisco una probadita de las discusiones nacionales sobre las leyes secundarias de la reforma energética. La mesa tendrá lugar en el Hospicio Cabañas a mediodía. La presencia más importante en términos mediáticos es del senador del Grupo Hidalgo David Penchyna, elegido por Los Pinos como el principal defensor y portavoz del proyecto de leyes secundarias enviado por Enrique Peña Nieto al Congreso. Le tocará cerrar el evento después de la participación de los senadores convocados al debate y que el público formule preguntas a los legisladores. La cita será bien resguardada, no vaya a ser que algún simpatizante de Andrés Manuel López Obrador se ponga de aguafiestas.
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¿Usted, borrachito, ve de nuevo a Miguel Castro como candidato a Tlaquepaque? No se vaya a caer de la silla, pero en el PRI andan considerando seriamente la idea. Castro sigue haciendo trabajo en Guadalajara como presidente del partido y, aunque sigue siendo precandidato a la alcaldía, muchos creen que “ya no dio el ancho”. Y menos cuando, la semana pasada, algunos militantes volvieron a encender la posibilidad de que sea Trinidad Padilla, ex rector de la UdeG, el mero mero del PRI en Guadalajara. Pues bueno, borrachitos: con eso de que parece que en el PAN Hernán Cortés ya levantó la mano, por qué no creer en un “agarrón” entre dos ex alcaldes para ver quién se queda con Tlaquepaque. Una posibilidad que comienza a tomarse en serio en los rumbos de San Pedro.