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“Lake Tahoe” se proyecta en Nueva York

La llegada de Lake Tahoe a Nueva York es significativa para el director, pues es una conquista más en la cadena de éxitos

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- A partir del fin de semana, el público neoyorquino podrá ver la película Lake Tahoe, del director mexicano Fernando Eimbcke. El realizador llegó para apoyar la premiere del filme en la ciudad de los rascacielos acompañado de su familia desde hace una semana. “El mercado americano siempre es importante para una película, además de lo interesante que es que la cinta se vea en otros territorios. Con lo difícil que es encontrar hoy en día espacios, el poder exhibir tu película es un lujo y para mí sigue siendo super emocionante. Presentar tu filme en otros países te da la posibilidad de escuchar otras visiones y ver cómo ésta adquiere un significado diferente”.

La llegada de Lake Tahoe a Nueva York es significativa para el director, pues es una conquista más en la cadena de éxitos que empezó con su presentación en el Festival de Berlín. “El recibir dos premios en la Berlinale fue una completa sorpresa, algo que cambió mi vida. Lo que tienes que hacer cuando filmas es sentirte cómodo y orgulloso con lo que estás haciendo y después no esperar nada. Pero lo cierto es que la película ha funcionado bien y eso me tiene muy contento”.

Fernando conserva la sencillez que lo caracterizó desde su opera prima, Temporada de patos. “Sigo con los pies en la tierra. Continúo escribiendo mis proyectos y luchando por hacer lo que me gusta. Sí, es verdad que Lake Tahoe me dio cierto respiro, pues recuerdo que cuando hice Temporada de patos había mucha presión por ver qué es lo que seguía. Y fue curioso cómo después de estrenar mi segunda película cuando leía los periódicos, siempre encontraba frases como ‘no fue un chiripazo’. Creo que Lake Tahoe demostró que Temporada de patos no fue una casualidad”.

Según dicen, la segunda pieza es una tortura para cualquier artista y Eimbcke está de acuerdo: “Yo cometí el error de ‘clavarme’ demasiado al respecto, me empecé a poner nervioso porque se habían generado muchas expectativas en torno a mí y ese miedo me paralizó hasta que pensé ‘está bien, la segunda película no va a ser ni mejor ni peor, va a ser diferente’. Cuando lo entendí así me relajé y pude seguir adelante. De hecho teníamos una broma los productores y yo: ¿No se puede hacer la tercera película sin pasar por la segunda? (risas)”.

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