Entretenimiento
La vida de niños mexicanos llega a las pantallas francesas
'Los Herederos' una película de Polgovsky retrata el trabajo en el campo de los infantes
PARÍS, FRANCIA (24/SEP/2011).- Tres años después de terminada, la película mexicana "Los herederos", de Eugenio Polgovsky, se estrena ahora en París con un aplauso unánime de la crítica francesa tras seguir un camino atípico.
El documental de Polgovsky ha filmado en media docena de estados mexicanos, sin comentarios y con gran sobriedad visual, la vida diaria de niños que viven y trabajan en el campo, que heredan la pobreza de generación en generación.
"Por un lado, es el mundo de la explotación de los niños que trabajan ahora en situaciones dramáticas, los niños jornaleros, una especia de esclavitud disfrazada. Y por otro lado, la magia del mundo rural, la vida cultural que desconocemos completamente como ciudadanos de las ciudades", resume el director.
"La película busca capturar esa herencia invisible que es la pobreza de generación en generación a pesar de vidas de esfuerzo. Lo vemos en el rostro de esa niña de cuatro años que trabaja ocho horas diarias bajo el sol, es el rostro de una niña viejita que mira a cámara", explica Polgovsky a la puerta del Saint-André-des-Arts antes de pasar a conversar con el público que llena la sala de este cine mítico del Barrio Latino de París que apuesta por el filme.
Uno más de los múltiples encuentros que Polgovsky está teniendo con los espectadores franceses, que descubren una imagen de México muy distinta de la que les llega a través de la crónica de sucesos en la prensa.
"Estoy asombrado, descubro en los otros mi propia película, que quiero subrayar es para niños, adolescentes y adultos. Me preguntan mucho por la educación de esos niños y les explico que hay muchas escuelas en el campo mexicano, pero esos niños no van porque tienen que comer, tienen que trabajar", cuenta.
Hasta ahora, "Los herederos" tiene un 5/5 máximo del público en el barómetro de Allocine, la web de cine más visitada en Francia, y la crítica no ha escatimado elogios a la película.
El diario Le Monde la define como "una especie de poema lírico que no necesita recurrir a la indignación para provocar una toma de conciencia de la urgencia de la situación".
Los Inrockuptibles destaca "una mirada vibrante" que no es ni "miserabilista" ni un "panfleto". Para el mensual especializado Première, el documental resulta "abrumador".
"Al mantener hasta el final esta diferencia entre lo que nosotros sabemos de ellos y ellos mismos, que ignoran que es posible otra infancia (tenemos que imaginar su infierno'sereno'), la película se hace fuerte y desgarradora", escribe Les Cahiers du Cinéma.
En 2008, la película se estrenó con éxito en la Mostra de Venecia, luego pasó en los festivales de Rotterdam, Berlín, La Habana y otros setenta más, colecciona premios, cuenta con el reconocimiento del UNICEF.
A pesar de este notable palmarés, "Los herederos" no consiguió llegar a los cines franceses y si muy negro lo tenía por ser documental, peor después de ser programado, también con gran audiencia, por la cadena franco-alemana ARTE.
Hasta que un distribuidor joven, Jacques Pellissier, con alma de artesano, enamorado de la película, asumió el reto de darle una segunda vida comercial.
"Los exhibidores son sensibles a la cantidad de festivales importantes que han seleccionado la película, a las críticas que ha recibido. Pero no basta, ahora tenemos que convencer al gran público, y desde hace más de un año hemos hecho un enorme trabajo con asociaciones motivadas, ciudad por ciudad, región por región", explica Pellissier.
"Nuestra idea es que podemos conseguir más espectadores trabajando cada proyección con ayuda de las asociaciones y organizando encuentros con el público en lugar de dejar la película como una más en los cines", agrega.
Con seis copias disponibles, "Los herederos" ya tiene concertados al día de hoy dos meses de proyecciones ininterrumpidas en toda Francia. Un arranque más que prometedor.
El documental de Polgovsky ha filmado en media docena de estados mexicanos, sin comentarios y con gran sobriedad visual, la vida diaria de niños que viven y trabajan en el campo, que heredan la pobreza de generación en generación.
"Por un lado, es el mundo de la explotación de los niños que trabajan ahora en situaciones dramáticas, los niños jornaleros, una especia de esclavitud disfrazada. Y por otro lado, la magia del mundo rural, la vida cultural que desconocemos completamente como ciudadanos de las ciudades", resume el director.
"La película busca capturar esa herencia invisible que es la pobreza de generación en generación a pesar de vidas de esfuerzo. Lo vemos en el rostro de esa niña de cuatro años que trabaja ocho horas diarias bajo el sol, es el rostro de una niña viejita que mira a cámara", explica Polgovsky a la puerta del Saint-André-des-Arts antes de pasar a conversar con el público que llena la sala de este cine mítico del Barrio Latino de París que apuesta por el filme.
Uno más de los múltiples encuentros que Polgovsky está teniendo con los espectadores franceses, que descubren una imagen de México muy distinta de la que les llega a través de la crónica de sucesos en la prensa.
"Estoy asombrado, descubro en los otros mi propia película, que quiero subrayar es para niños, adolescentes y adultos. Me preguntan mucho por la educación de esos niños y les explico que hay muchas escuelas en el campo mexicano, pero esos niños no van porque tienen que comer, tienen que trabajar", cuenta.
Hasta ahora, "Los herederos" tiene un 5/5 máximo del público en el barómetro de Allocine, la web de cine más visitada en Francia, y la crítica no ha escatimado elogios a la película.
El diario Le Monde la define como "una especie de poema lírico que no necesita recurrir a la indignación para provocar una toma de conciencia de la urgencia de la situación".
Los Inrockuptibles destaca "una mirada vibrante" que no es ni "miserabilista" ni un "panfleto". Para el mensual especializado Première, el documental resulta "abrumador".
"Al mantener hasta el final esta diferencia entre lo que nosotros sabemos de ellos y ellos mismos, que ignoran que es posible otra infancia (tenemos que imaginar su infierno'sereno'), la película se hace fuerte y desgarradora", escribe Les Cahiers du Cinéma.
En 2008, la película se estrenó con éxito en la Mostra de Venecia, luego pasó en los festivales de Rotterdam, Berlín, La Habana y otros setenta más, colecciona premios, cuenta con el reconocimiento del UNICEF.
A pesar de este notable palmarés, "Los herederos" no consiguió llegar a los cines franceses y si muy negro lo tenía por ser documental, peor después de ser programado, también con gran audiencia, por la cadena franco-alemana ARTE.
Hasta que un distribuidor joven, Jacques Pellissier, con alma de artesano, enamorado de la película, asumió el reto de darle una segunda vida comercial.
"Los exhibidores son sensibles a la cantidad de festivales importantes que han seleccionado la película, a las críticas que ha recibido. Pero no basta, ahora tenemos que convencer al gran público, y desde hace más de un año hemos hecho un enorme trabajo con asociaciones motivadas, ciudad por ciudad, región por región", explica Pellissier.
"Nuestra idea es que podemos conseguir más espectadores trabajando cada proyección con ayuda de las asociaciones y organizando encuentros con el público en lugar de dejar la película como una más en los cines", agrega.
Con seis copias disponibles, "Los herederos" ya tiene concertados al día de hoy dos meses de proyecciones ininterrumpidas en toda Francia. Un arranque más que prometedor.