Entretenimiento
Ian McKellen, carrera llena de magia
El histrión recibe el premio Donostia a toda una carrera, aunque él aclara que todavía está lejos de su retiro
SAN SEBASTIÁN, ESPAÑA.- El actor británico Ian McKellen, quien ayer recibió el premio Donostia a toda una carrera de logros en el Festival de Cine de San Sebastián, aseguró que es “un gran fan de Gandalf”, el mago que interpretó en la trilogía de El Señor de los Anillos.
En un encuentro con los medios y de un visible buen humor, el actor detalló que “Gandalf es un personaje maravilloso. Soy muy afortunado de que se me vincule con este personaje, un hombre bueno, que intenta hacer lo mejor. Es un modelo para todos y no me importa que se me asocie a él”.
El histrión, nacido en Burnley, Inglaterra, hace 70 años, se sintió atraído por el teatro durante sus años de universitario, momento en que se convenció de que actuar iba a ser su vida. “Estaba en la universidad de Cambridge y después de hacer una obra de Shakespeare, alguien hizo una gran crítica de mi actuación. Entonces alguien me dijo que tendría que buscarme un agente para dedicarme profesionalmente al teatro”, relató Sir Ian McKellen, mostrándose muy sonriente y bromista durante toda su comparecencia ante los medios.
“Que alguien me aprobara fue un gran aliento para mí”, añadió el actor, de quien cabe recordar ya estuvo en el Festival de San Sebastián en 1998, cuando ganó la Concha de Oro al Mejor actor por su interpretación en la película Dioses y monstruos de Bill Condon.
Esa película, junto a otras cintas como Sacerdote del amor de Christopher Miles, Walter de Stephen Frears o El Torreón de Michael Mann, fueron introduciendo cada vez más en el cine a un actor dedicado principalmente al teatro, aunque siempre ha buscado nuevos papeles y retos.
“Si detecto un papel similar a otro que ya haya hecho, no lo hago. Siempre busco algo diferente”, dijo, añadiendo que cuando elije un papel o una película lo hace “por la historia” y considerando si “existe cierto peligro, si hay riesgo de que no lo pueda hacer bien, para lanzarme y exigirme”.
Confronta sus temores
El actor, que acudió ante los medios vestido con una camiseta de la candidatura de San Sebastián a capital cultural europea en 2016, se ha distinguido también por su activismo en favor de los derechos de los homosexuales. “Cuando era joven, sabía que era gay, pero entonces no se hablaba del tema, no había referencias, y me parecía que era la única persona del mundo en verse atraído por el mismo sexo”, dijo señalando que antes, el cine sobre homosexuales “sólo reflejaba la ignorancia con la desaprobación” hacia ese mundo.
Ahora, aunque todavía queda mucho por hacer, poco a poco el cine de Hollywood se ha ido abriendo a la temática homosexual logrando películas interesantes como Milk, que le valió el Oscar al Mejor actor a Sean Penn por su interpretación del activista gay Harvey Milk, según Mckellen, quien agregó que “Hollywood está empezando a crecer. La industria tiene una responsabilidad para seguir con esta causa y se está poniendo al día. Hay todavía otros lugares en que se asesina por esto”.
En un encuentro con los medios y de un visible buen humor, el actor detalló que “Gandalf es un personaje maravilloso. Soy muy afortunado de que se me vincule con este personaje, un hombre bueno, que intenta hacer lo mejor. Es un modelo para todos y no me importa que se me asocie a él”.
El histrión, nacido en Burnley, Inglaterra, hace 70 años, se sintió atraído por el teatro durante sus años de universitario, momento en que se convenció de que actuar iba a ser su vida. “Estaba en la universidad de Cambridge y después de hacer una obra de Shakespeare, alguien hizo una gran crítica de mi actuación. Entonces alguien me dijo que tendría que buscarme un agente para dedicarme profesionalmente al teatro”, relató Sir Ian McKellen, mostrándose muy sonriente y bromista durante toda su comparecencia ante los medios.
“Que alguien me aprobara fue un gran aliento para mí”, añadió el actor, de quien cabe recordar ya estuvo en el Festival de San Sebastián en 1998, cuando ganó la Concha de Oro al Mejor actor por su interpretación en la película Dioses y monstruos de Bill Condon.
Esa película, junto a otras cintas como Sacerdote del amor de Christopher Miles, Walter de Stephen Frears o El Torreón de Michael Mann, fueron introduciendo cada vez más en el cine a un actor dedicado principalmente al teatro, aunque siempre ha buscado nuevos papeles y retos.
“Si detecto un papel similar a otro que ya haya hecho, no lo hago. Siempre busco algo diferente”, dijo, añadiendo que cuando elije un papel o una película lo hace “por la historia” y considerando si “existe cierto peligro, si hay riesgo de que no lo pueda hacer bien, para lanzarme y exigirme”.
Confronta sus temores
El actor, que acudió ante los medios vestido con una camiseta de la candidatura de San Sebastián a capital cultural europea en 2016, se ha distinguido también por su activismo en favor de los derechos de los homosexuales. “Cuando era joven, sabía que era gay, pero entonces no se hablaba del tema, no había referencias, y me parecía que era la única persona del mundo en verse atraído por el mismo sexo”, dijo señalando que antes, el cine sobre homosexuales “sólo reflejaba la ignorancia con la desaprobación” hacia ese mundo.
Ahora, aunque todavía queda mucho por hacer, poco a poco el cine de Hollywood se ha ido abriendo a la temática homosexual logrando películas interesantes como Milk, que le valió el Oscar al Mejor actor a Sean Penn por su interpretación del activista gay Harvey Milk, según Mckellen, quien agregó que “Hollywood está empezando a crecer. La industria tiene una responsabilidad para seguir con esta causa y se está poniendo al día. Hay todavía otros lugares en que se asesina por esto”.