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Atuendo futbolero

“Yo tengo un compromiso con Toluca que voy a cumplir. Soy respetuoso de la gente que está y que toma las decisiones”. José Manuel “Chepo” de la Torre.

Si no ocurre algo inesperado que frene su paso actual, José Manuel de la  Torre Menchaca es el principal candidato a dirigir a la Selección mexicana  de futbol... a partir de finales de 2010.

Sus dos títulos con Chivas y Toluca, su paso invicto en el actual torneo, la  integración de un cuerpo técnico propio, leal y capaz (con Sergio Lugo, Carlos García y Jaime León como base) y su propia madurez como entrenador permiten pensar que estará listo para suceder a Javier Aguirre.

Aún con un proceso tan corto como técnico, con poco más de 100 partidos en  la Primera División, “Josefo” (como se le dice desde las fuerzas básicas de  Chivas) era ya un candidato que le peleó a Javier Aguirre ser el relevo de  Sven Goran Eriksson, quien se fue con más pena que gloria del país este sábado, en medio de la indiferencia de todos los medios en el aeropuerto  capitalino.

Ya le coresponderá a los abogados de Eriksson ponerse de acuerdo con la  Femexfut para saber cómo le pagarán la indemnización de más de cuatro  millones de dólares.

De todo lo que ha estado viendo, José Manuel de la Torre debe tomar nota  para aprender la lección de aquel viejo entrenador brasileño (un comentario que me hizo hace muchos años mi maestro Jaime García Elías) Elba de Padua  Lima, mejor conocido como “Tim”, quien recomendaba a todos los técnicos  cobrar cuatro sueldos al firmar un contrato: uno por dirigir a los jugadores, otro por entrenar a los directivos, otro por coordinador a la prensa y el  restante por satisfacer a los aficionados.

El “Chepo” trabaja muy bien en campo, es un obsesivo del futbol, es meticuoso al extremo del perfeccionismo y procura atender con altísimo sentido de responsabilidad todo lo que compete a su función.

De los cuatro sueldos simbólicos que habla “Tim”, el actual entenador del  Toluca maneja muy bien a sus jugadores, con las directivas ha chocado, pero ya aprendió con ese curso intensivo que le dio estar algunos meses al lado de Jorge Vergara y con los aficionados no suele tener problemas.

Su “pero” mayor se encuentra en el manejo de la prensa. Ahí suele ser desesperado, irascible, le molestan las preguntas incómodas, que no se respeten límites, que le llamen a horas impropias y que le cuestionen aspectos en los que él sabe que no tienen la razón.

También le irrita (y en eso hace bien) los niveles de corrupción que existen en algunos casos, con periodistas que han llegado a hacerle insinuaciones directas para sacarle algo a cambio de una supuesta protección. Esos los ha  rechazado (y ha hecho bien) para no crear compromisos que luego se volverán inmanejables.

Pero con el resto de los medios que se comportan en forma profesional, al  “Chepo” le falta ese sentido del humor que tiene Javier Aguirre para juguetear en las ruedas de prensa, para decir una que otra simpática grosería o para atender invitaciones a programas o noticieros que, aunque no le reporten algún beneficio inmediato, a la larga serán de utilidad para ir posicionando su filosofía de juego, algunos rasgos de su personalidad, aspectos relacionados con su seriedad en el trabajo, etcétera.

Y otro aspecto que tendría que tomar en cuenta antes de 2010 es el cuidado de su imagen. Alguien aconsejó a José Luis Sánchez Solá, el “Chelís” del  Puebla, que está tan de moda, que contratara asesoría de imagen, lo hizo y tiene un buen posicionamiento mediático gracias al mejor manejo de ese aspecto.

“Chepo” tiene que aprender de tolerancia, paciencia, flexibilidad y atención para con los medios de comunicación para cambiar su rostro adusto por una  sonrisa frecuente. Sus fotos y las imágenes televisivas que se repiten, hablan de un hombre seco, duro, enérgico, con cara de sargento mal pagado y aceleradísimo en la banca. Hay que modificar eso para reflejar en la banca el rostro y la imagen corporal de un entrenador sereno, firme, enérgico, sonriente, que disfruta el futbol y que se divierte con sus jugadores.

¿Cuándo han visto ustedes que después de un gol los jugadores del invicto Toluca vayan a festejar con él en la banca? ¿o en cuál de los dos campeonatos que ganó con Chivas y Toluca los jugadores lo elevaron al aire  para celebrar con él los títulos, como ocurrió con La Volpe cuando calificó  al Mundial o con el “Ojitos” Meza cuando fue campeón de la Sudamericana?

Con algunos pequeños ajustes en su comportamiento con los medios, el “Chepo” está listo para tomar el relevo generacional en la Selección mexicana, por  ahí de noviembre de 2010.

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