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Atuendo futbolero

“Batallé para salir de México y dar el salto a Europa. Ahora sólo pienso en ir adelante, crecer y desarrollarme como futbolista”. Omar Bravo, 2 de julio 2008

Cuando fue presentado con el Deportivo La Coruña, el pasado 2 de julio de 2008, Omar Bravo Tordecillas resaltó el hecho de haber conseguido el objetivo largamente acariciado de esperar la culminación de su contrato con Chivas para luego contratarse en Europa.

No fue su promotor personal de Omar, Rubén Pérez quien cerró la operación con el presidente del Depor, Augusto César Lendoiro, sino que fue la intervención del poderoso zar de la promotoría, Carlos (Martínez Hurtado) quien permitió su fichaje en España, a cambio seguramente de una importante comisión.

(Entre paréntesis, si Jorge Vergara pusiera interés en investigar este caso se daría cuenta la intervención que tuvo Hurtado desde Miami para que Omar decidiera no renovar contrato con Chivas, como le ofrecía el propietario del “Rebaño Sagrado”.)

Omar fue presentado por el presidente Lendoiro, y ahí le agradecieron en forma clara “la valiosa intervención de Carlos Hurtado”. Su regreso al futbol mexicano frustra un contrato inicial con el Deportivo La Coruña hasta junio de 2011.

La página oficial del Dépor informa este lunes: “Real Club Deportivo, el Club Tigres y Omar Bravo firmaron esta mañana los documentos para la cesión del delantero deportivista hasta el próximo 30 de junio.

El Dépor se embolsará por esta operación la cantidad de 500.000 dólares. A mayores, el Club mexicano se reserva una opción de compra de Omar Bravo por una cantidad de 4.300.000 dólares.

Además, el Tigres disputará dos partidos amistosos en La Coruña, con motivo del Trofeo Teresa Herrera. Las tres partes alcanzaron un acuerdo verbal ayer domingo por la noche y hoy se plasmó por escrito. El futbolista tiene previsto volar mañana martes a México para incorporarse con urgencia a su nuevo equipo”.

Lo que ahora se está planteando como una seria preocupación es el tema de los mexicanos que están regresando de equipos europeos, como el mismo Omar Bravo, Pavel Pardo y Aarón Galindo. Tres de los doce que en un momento dado permitían pensar en un éxodo masivo de futbolistas mexicanos al viejo continente.

Los dueños de equipos saben las necesidades y los apremios de Sven Goran Eriksson, que quiere más tiempo con los jugadores porque simple y sencillamente no ha podido armar siquiera las patas de la mesa llamada selección nacional, la cual amenaza con irse al piso.

Él mismo habla con Justino Compeán, Decio de María, Guillermo Cantú y con el mismo Vergara de la necesidad de repatriar a varios jugadores elegibles para la selección que no tengan actividad con sus equipos europeos, para que se integren aquí mejor al equipo nacional.

El regreso de esos tres jugadores es malo para el futbol mexicano, pero quizá bueno en el corto plazo para la tranquilidad de Eriksson y para aspirar a mejores resultados en la eliminatoria de Concacaf, donde tan mal comenzamos luego de perder contra Estados Unidos.

Seguro Omar Bravo será útil para Tigres, que está tan carente de gol. Y también seguramente será útil para la selección mexicana porque estará en mejor ritmo futbolístico. Pero mañana 4 de marzo cumple 29 años de edad y en esas condiciones se ve difícil que otro equipo que no sea el Dépor se interese por sus servicios en Europa, en primer lugar porque no logró la titularidad con Miguel Ángel Lotina y en segundo porque su edad lo hace poco atractivo como contratación rentable.

¿Es un retroceso en su carrera? El tiempo lo dirá. Pero sin duda que regresarse así de Europa, sin triunfar, no valió la pena. En el final de su carrera, Omar Bravo sabrá si esta decisión fue la mejor o la peor de su vida deportiva.

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