Deportes
* “A lo Gorras”
A propósito por Jaime García Elías
GUADALAJARA, JALISCO.- Uno de los temas de la semana pasada, en el “futbol verbal” que se juega de lunes a viernes, muchas veces con más intensidad que el futbol propiamente dicho --el de sábados y domingos--, fueron las “valientes” y “honestas” declaraciones con que algunos jugadores del Guadalajara desaprobaban abiertamente el estilo de juego, “especulativo”, “defensivo” y “medroso”, impuesto por su técnico, Efraín Flores, para el encuentro de la jornada 12 ante en San Luis...
*
Además del regaño que se llevaron por parte de sus superiores, a partir de una norma básica vigente en todas las empresas, la de que “la ropa sucia se lava en casa” --y los equipos de futbol, que también son empresas, no tienen por qué hacer excepciones a esa regla--, fue patente, en el duelo contra el Atlante, el sábado en el Estadio Jalisco, que el timonel rojiblanco no sólo desoyó las críticas de sus subalternos..., sino les dio indicaciones expresas de suscribirse a la misma fórmula.
Fue así que los rayados repartieron las funciones esenciales de la siguiente manera: atacar, de preferencia, con dos jugadores correlones --Medina y Arellano--..., y defender con todos los demás.
*
Por supuesto, eso no limitaba la creatividad de Morales. No significaba impedir que Esparza y Solís se desdoblaran hacia el frente. No cancelaba las incorporaciones ofensivas de Báez y Araujo. No amarraba en su propio campo a Mejía, Reynoso y Magallón cuando las situaciones parecían propicias para atacar: las jugadas a balón parado, por ejemplo... Sin embargo, el libreto de Efraín fue más utilitario que romántico; se aplicó más a buscar el resultado que a suscribirse a la cacareada “filosofía chiva”, consistente en atacar “a lo Gorras”.
Los resultados están ahí: con un equipo bastante limitado; sin la materia prima para convertirse en animador de la fiesta; refugiado en un estilo que se antoja apropiado para un equipo chico --indigno de un “grande”, pues--, el Guadalajara tiene los números necesarios para mantener vivas sus aspiraciones de clasificar al verdadero campeonato.
*
Por lo demás, la jornada esta vez fue excelente para los equipos tapatíos: los “Tecos”, al dar una de las campanadas (la otra fue la de los “Tigres” en el “Clásico del Norte”) a costillas del líder de la tabla general, y el Atlas al reconciliarse con la victoria a costillas de un Necaxa que sigue en picada.
*
Además del regaño que se llevaron por parte de sus superiores, a partir de una norma básica vigente en todas las empresas, la de que “la ropa sucia se lava en casa” --y los equipos de futbol, que también son empresas, no tienen por qué hacer excepciones a esa regla--, fue patente, en el duelo contra el Atlante, el sábado en el Estadio Jalisco, que el timonel rojiblanco no sólo desoyó las críticas de sus subalternos..., sino les dio indicaciones expresas de suscribirse a la misma fórmula.
Fue así que los rayados repartieron las funciones esenciales de la siguiente manera: atacar, de preferencia, con dos jugadores correlones --Medina y Arellano--..., y defender con todos los demás.
*
Por supuesto, eso no limitaba la creatividad de Morales. No significaba impedir que Esparza y Solís se desdoblaran hacia el frente. No cancelaba las incorporaciones ofensivas de Báez y Araujo. No amarraba en su propio campo a Mejía, Reynoso y Magallón cuando las situaciones parecían propicias para atacar: las jugadas a balón parado, por ejemplo... Sin embargo, el libreto de Efraín fue más utilitario que romántico; se aplicó más a buscar el resultado que a suscribirse a la cacareada “filosofía chiva”, consistente en atacar “a lo Gorras”.
Los resultados están ahí: con un equipo bastante limitado; sin la materia prima para convertirse en animador de la fiesta; refugiado en un estilo que se antoja apropiado para un equipo chico --indigno de un “grande”, pues--, el Guadalajara tiene los números necesarios para mantener vivas sus aspiraciones de clasificar al verdadero campeonato.
*
Por lo demás, la jornada esta vez fue excelente para los equipos tapatíos: los “Tecos”, al dar una de las campanadas (la otra fue la de los “Tigres” en el “Clásico del Norte”) a costillas del líder de la tabla general, y el Atlas al reconciliarse con la victoria a costillas de un Necaxa que sigue en picada.