Cultura
Andrés Oppenheimer, el desafío está en asumir los fracasos
En la innovación está el desarrollo, pero para llegar a éste probablemente habrá que intentarlo varias veces
GUADALAJARA, JALISCO (03/DIC/2014).- Desde hace varios años, el periodista Andrés Oppenheimer ha centrado su atención en tres temas fundamentales para el desarrollo de los pueblos: innovación, competitividad y calidad de la educación. De ahí, de una serie de entrevistas con diversos especialistas, surgió una trilogía que con “¡Crear o morir!” llega a su fin; antes fueron “Cuentos chinos” (2005), que trata de la competitividad, y “Basta de historias” (2010), referente a la educación.
Las historia se ha tejido poco a poco y, de alguna manera, los libros resultan fundamentales no sólo para hacer un retrato de países con mayor desarrollo, sino para echar un vistazo en aquellos elementos que han hecho que tales naciones figuren en el mapa por encima de otros pueblos.
Así, en tres tomos, Oppenheimer ha puesto sobre la mesa las claves para el desarrollo, y una de ellas es —sin duda— la innovación, que es la forma en que se puede avanzar.
La publicación, que ya se ha prensentado en diversos encuentros libreros —ayer sucedió en la FIL de Guadalajara—, da cuenta de cómo América Latina se está quedando atrás por la falta de cultura en innovación. Esto, cuenta Oppenheimer, tiene que ver con la costumbre que la sociedad latinoamericana tiene de segregar a aquellos que fracasan, “desconociendo que es parte fundamental del éxito. Como los hermanos Wright, quienes crearon el aeroplano después de muchos intentos. O Thomas Edison, inventor del foco. Ellos son claros ejemplos de que el fracaso es sólo un paso más para llegar al éxito. Y es en este entendimiento donde radica el desafío de los países latinos”.
Oppenheimer sustenta el título de su libro —“¡Crear o morir!”— con un concienzudo análisis de situaciones reales. Así, por ejemplo, cita el fracaso de Kodak, empresa con 140 mil empleados que quebró al no atreverse a entrar a la fotografía digital, a pesar de ser pionera en el desarrollo de la tecnología. En tanto que “Instagram, con 13 empleados, se vendió en miles de dólares” simplemente por atreverse a dar un paso: “El desafío es innovar o quedarse atrás”, enfatiza.
“México, por ejemplo, registró 280 patentes ante la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, nada comparado con las 12 mil 400 que registra Corea de Sur”, y probablementte eso nada tiene que ver con la ausencia de capacidad y talento, sino con “la falta de respeto y tolerancia al fracaso”.
También destaca en la obra entrevistas a personajes como Pep Guardiola, entrenador del Barcelona, y Gastón Acurio, chef revolucionador, cuyos testimonios no sólo demuestran que la innovación va más allá de la tecnología, sino que el éxito de ello no cae del cielo.
Oppenheimer confiesa que él no es tan innovador como le gustaría: “Yo empecé en una revista de noticias, en Argentina. Después en Estados Unidos escribía sobre economía”, más adelante se hizo corresponsal en la agencia Associated Press, “y ahora me tienes aquí escribiendo sobre innovación”, concluye riendo.
Una charla “abarrotada”
La reinvención es la clave del éxito en un mundo donde la economía se impone, donde el almirante es el CEO de empresas exitosas como Google o Apple; el mundo está cambiando de una manera impresionante, las necesidades de los jóvenes están cambiando de la mano de las nuevas tecnologías. Entonces, ¿cómo innovar?, se pregunta Andrés Oppenheimer en la presentación de su libro “¡Crear o Morir!”, con un invitado especial y ejemplo en sus palabras, de la innovación misma en las redes sociales.
Cristóbal Pera, director editorial de Penguin Random House en México, tiene la primera palabra y, después de adjudicarle un CV con colaboraciones en CNN y tres libros más, invita al columnista de The Miami Herald a compartir las cinco claves de la innovación y la esperanza de América Latina.
El marco es amplio: dedicó cinco años para encontrarse con una propuesta donde desde dentro de la innovación misma hay que modificar las leyes que la inhiben, estimular la inversión en innovación, y por último, globalizarla. En un país donde los chicos quieren ser futbolistas o rockeros, el fracaso es estigmatizado. Tenemos que crear una cultura que venere a los innovadores.
Oppenheimer cuenta que en Silicon Valley se sorprendió de que el brazo derecho de uno de los innovadores que entrevistó fuera mexicano.
"La gente que fracasa sólo necesita una victoria”, añade Chumel Torres, "videoblogger" invitado a la mesa.
El ingeniero, reportero y video bloguero de El pulso de la república aprovecha y cuenta sobre éxito con el que ha repuntado su noticiero de YouTube, por esa necesidad de hacer algo diferente; invita a ser más nerd, a preguntar más y crearse las necesidades que cada innovador puede patentar cada vez con más accesibilidad a un público con más necesidades.
Las historia se ha tejido poco a poco y, de alguna manera, los libros resultan fundamentales no sólo para hacer un retrato de países con mayor desarrollo, sino para echar un vistazo en aquellos elementos que han hecho que tales naciones figuren en el mapa por encima de otros pueblos.
Así, en tres tomos, Oppenheimer ha puesto sobre la mesa las claves para el desarrollo, y una de ellas es —sin duda— la innovación, que es la forma en que se puede avanzar.
La publicación, que ya se ha prensentado en diversos encuentros libreros —ayer sucedió en la FIL de Guadalajara—, da cuenta de cómo América Latina se está quedando atrás por la falta de cultura en innovación. Esto, cuenta Oppenheimer, tiene que ver con la costumbre que la sociedad latinoamericana tiene de segregar a aquellos que fracasan, “desconociendo que es parte fundamental del éxito. Como los hermanos Wright, quienes crearon el aeroplano después de muchos intentos. O Thomas Edison, inventor del foco. Ellos son claros ejemplos de que el fracaso es sólo un paso más para llegar al éxito. Y es en este entendimiento donde radica el desafío de los países latinos”.
Oppenheimer sustenta el título de su libro —“¡Crear o morir!”— con un concienzudo análisis de situaciones reales. Así, por ejemplo, cita el fracaso de Kodak, empresa con 140 mil empleados que quebró al no atreverse a entrar a la fotografía digital, a pesar de ser pionera en el desarrollo de la tecnología. En tanto que “Instagram, con 13 empleados, se vendió en miles de dólares” simplemente por atreverse a dar un paso: “El desafío es innovar o quedarse atrás”, enfatiza.
“México, por ejemplo, registró 280 patentes ante la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, nada comparado con las 12 mil 400 que registra Corea de Sur”, y probablementte eso nada tiene que ver con la ausencia de capacidad y talento, sino con “la falta de respeto y tolerancia al fracaso”.
También destaca en la obra entrevistas a personajes como Pep Guardiola, entrenador del Barcelona, y Gastón Acurio, chef revolucionador, cuyos testimonios no sólo demuestran que la innovación va más allá de la tecnología, sino que el éxito de ello no cae del cielo.
Oppenheimer confiesa que él no es tan innovador como le gustaría: “Yo empecé en una revista de noticias, en Argentina. Después en Estados Unidos escribía sobre economía”, más adelante se hizo corresponsal en la agencia Associated Press, “y ahora me tienes aquí escribiendo sobre innovación”, concluye riendo.
Una charla “abarrotada”
La reinvención es la clave del éxito en un mundo donde la economía se impone, donde el almirante es el CEO de empresas exitosas como Google o Apple; el mundo está cambiando de una manera impresionante, las necesidades de los jóvenes están cambiando de la mano de las nuevas tecnologías. Entonces, ¿cómo innovar?, se pregunta Andrés Oppenheimer en la presentación de su libro “¡Crear o Morir!”, con un invitado especial y ejemplo en sus palabras, de la innovación misma en las redes sociales.
Cristóbal Pera, director editorial de Penguin Random House en México, tiene la primera palabra y, después de adjudicarle un CV con colaboraciones en CNN y tres libros más, invita al columnista de The Miami Herald a compartir las cinco claves de la innovación y la esperanza de América Latina.
El marco es amplio: dedicó cinco años para encontrarse con una propuesta donde desde dentro de la innovación misma hay que modificar las leyes que la inhiben, estimular la inversión en innovación, y por último, globalizarla. En un país donde los chicos quieren ser futbolistas o rockeros, el fracaso es estigmatizado. Tenemos que crear una cultura que venere a los innovadores.
Oppenheimer cuenta que en Silicon Valley se sorprendió de que el brazo derecho de uno de los innovadores que entrevistó fuera mexicano.
"La gente que fracasa sólo necesita una victoria”, añade Chumel Torres, "videoblogger" invitado a la mesa.
El ingeniero, reportero y video bloguero de El pulso de la república aprovecha y cuenta sobre éxito con el que ha repuntado su noticiero de YouTube, por esa necesidad de hacer algo diferente; invita a ser más nerd, a preguntar más y crearse las necesidades que cada innovador puede patentar cada vez con más accesibilidad a un público con más necesidades.