El Ayuntamiento de Tonalá registra el mayor crecimiento en la plantilla laboral en la metrópoli. El alcalde Sergio Chávez llegó en 2015 con dos mil 469 empleados y el mes pasado registró una plantilla de tres mil 179. Esto es 710 empleados más (28.7%). En agosto de 2015, Sergio Chávez denunció la existencia de 200 basificaciones irregulares, cometidas por su antecesor, Jorge Arana Arana. Por ejemplo, citó 38 plazas otorgadas con anomalías en el DIF Municipal, generando un gasto extra al Ayuntamiento por 300 mil pesos mensuales.La semana pasada y hasta ayer se solicitó una entrevista con el primer edil, con la intención de que explicara el estatus jurídico de la impugnación de esas basificaciones, así como los argumentos del incremento en la plantilla, pero la respuesta del Ayuntamiento fue que tenía la agenda saturada, por lo que hasta hoy la concedería.Roberto Madrigal Chávez, director de Administración y Desarrollo Humano de Tonalá, argumentó que se contrató más personal para fortalecer los servicios públicos, como médicos y policías. “Es uno de los rubros que permanentemente estamos fortaleciendo”. Y sobre el gasto, refirió que todos los años existe una carga presupuestal representada por el aumento salarial de los mil 500 empleados de base, “se les tiene que aumentar forzosamente su salario de manera anual”. Por eso el desembolso en la nómina creció 18% entre 2015 y 2017: pasó de 479.7 millones a 566.1 millones de pesos.En términos generales, entre los cinco Ayuntamientos más importantes de la metrópoli, el número de burócratas pasó de 29 mil 581 a 31 mil 801, lo que significa un incremento de dos mil 220 empleados más, mientras que el gasto en la nómina llegó, en conjunto, a los nueve mil 420 millones de pesos. Expertos critican que las plantillas no están reguladas por la Ley del Servicio Civil de Carrera, creada desde 2007 en Jalisco; es decir, no existe una profesionalización de servidores públicos.Los Ayuntamientos de Guadalajara, Tlajomulco y Tonalá justificaron que sus nóminas han tenido un crecimiento debido a la necesidad de dotar de servicios públicos a la ciudadanía. Tlajomulco, por ejemplo, es el municipio con la mayor tasa de crecimiento poblacional, por lo que a diferencia de los otros municipios, el alcalde Alberto Uribe fue el único que aseguró que la nómina debía seguir creciendo.Eric Tapia Ibarra, secretario general del Ayuntamiento, responde que Tlajomulco se cuece aparte porque la presión inmobiliaria que ha tenido en las últimos dos décadas ha aumentado exponencialmente la demanda de servicios de la población. De acuerdo con el funcionario, esta administración ha contratado a 354 nuevos empleados en las áreas de servicios públicos, participación ciudadana y desarrollo económico. De los nuevos empleos, 265 plazas son de confianza y se distribuyen en labores de seguridad pública y protección civil, así como en la Fiscalía Ambiental y la nueva área de Padrón de usuarios del agua. El personal de base creció en 81 plazas, y la mitad se asignó al área de Servicios médicos, “lo que se busca es dotar de infraestructura de personal a las áreas con mayor demanda de servicios públicos”, reitera Tapia Ibarra. Al frente de Tonalá, Roberto Madrigal Chávez, director de Administración y Desarrollo Humano, explica que el municipio contrató más personal para fortalecer los servicios públicos, “el grueso de las contrataciones se van a áreas operativas, servicios públicos, servicios médicos, tenemos dos nuevas Cruz Verde, y a la comisaría de seguridad, que es uno de los rubros que permanentemente estamos fortaleciendo”. Desde Guadalajara, Agustín Araujo, coordinador de Administración e Innovación Gubernamental, justifica que el aumento de servidores públicos se debe a los servicios públicos y a la creación de nuevos programas, como Banquetas Libres y otros de movilidad. Pone el ejemplo del área de Bomberos, que tuvo 100 nuevas contrataciones, y la Comisaría de seguridad, que aumentó su plantilla entre 200 y 300 plazas.Debido a que esta administración ha tenido mayor presupuesto, se deben atender más problemáticas, “para hacer más cosas, voy a contratar más gente… con el personal que tenemos no es suficiente”, es por eso que no descarta aumentar las contrataciones, para los programas de Becas, Hecho por Mujeres, y las áreas de bomberos, guardias municipales, policías y servicios médicos.PERIODO 2015-2017Ante la obesidad de las plantillas laborales de la Zona Metropolitana de Guadalajara, una de las primeras acciones que emprenderían los alcaldes en 2015 sería el recorte en salarios y nóminas, pero los municipios aumentaron sus presupuestos para las partidas de servicios personales (nómina). Los alcaldes de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá y Tlajomulco sostienen una nómina de 31 mil 801 burócratas, con un costo de nueve mil 420 millones de pesos; esto representa dos mil 841.8 millones de pesos más que lo erogado por ese concepto en 2015, cuando tomaron las riendas de las administraciones. Tlaquepaque gastará este año mil 015.9 millones de pesos en la nómina, que representa 62.6% de su presupuesto. En el comparativo porcentual de la partida de servicios personales y el presupuesto total, es este ayuntamiento el que gasta más en su plantilla laboral. Le sigue Tonalá, que prevé gastar 566.1 millones en salarios de tres mil 179 burócratas, que lo convierten en el Ayuntamiento que más aumentó el número de empleados entre octubre de 2015 y el mes pasado. Después aparecen Zapopan y Guadalajara con la mitad de su presupuesto destinado al pago de sus empleados, más de tres mil millones de pesos, cada uno; mientras que Tlajomulco también incrementó el desembolso y este año llegó al 47.5% de su ejercicio presupuestal, con 866.6 millones. La académica Angélica Cázares Alvarado, del Departamento de políticas públicas de la Universidad de Guadalajara, señala que los municipios han “engordado” su nómina para dar cabida a todos sus compromisos de campaña y porque muchos de los trabajadores no satisfacen las necesidades de las dependencias.“El servicio civil de carrera no sólo tiene que ver con la contratación de personal sino con la permanencia y promoción, que van unidos a la capacitación y actualización constantes vía meritocracia y no por ocurrencias, que además permitiría contar con un análisis de los perfiles requeridos por dependencia y plazas”. Sobre el servicio civil de carrera, Agustín Araujo, coordinador de Administración e Innovación Gubernamental de Guadalajara, señala que hasta el momento se han concursado cuatro plazas de comandante, ocho de primer oficial y 14 plazas de segundo oficial, aunque la idea es que el resto de las plazas se concursen una vez que se publique un reglamento para todas las dependencias, en marzo del año próximo. El funcionario defendió que al iniciar la administración, el Ayuntamiento de Guadalajara dio de baja a 730 trabajadores, de los cuales no contrató a 120. Además, entre enero y abril de este año se tuvo un ahorro de 25 millones de pesos, tras la aprobación del programa de austeridad que se destinarán a infraestructura educativa y programas sociales, como resultado del ahorro generado al no ejercer plazas, inasistencias de burócratas, jubilaciones y ahorros en despensa, transporte y telefonía celular. Alberto Bayardo, académico del ITESO, lamenta que no se ha implementado un servicio profesional de carrera con mecanismos meritocráticos que garanticen la llegada de los perfiles técnicos más capaces.“Quien se involucra en las campañas lo hace con la esperanza de conseguir un puesto de trabajo, no lo hace por amor al candidato”. Si en algo coinciden las administraciones actuales de la Zona Metropolitana de Guadalajara es que arrastran pasivos millonarios de corto y largo plazos por seis mil 901.8 millones de pesos en total. Enrique Alfaro, al frente de Guadalajara, sortea el escenario más complicado: es el municipio más endeudado de Jalisco con tres mil 114.8 millones (4.50% más de lo que se reportaba en septiembre de 2015), principalmente por las deudas heredadas por otras administraciones. Alberto Uribe llegó a Tlajomulco en octubre de 2015 con una deuda de 358.7 millones, la cual aumentó 29.3% hasta llegar a 464 millones de pesos, en lo que va de la administración.En contraste, los municipios de Zapopan y Tlaquepaque son el mejor ejemplo porque sus adeudos registran una disminución, de 3.3% y 14.3%, respectivamente; mientras que la administración de Tonalá se mantiene sin cambios, aunque se trata del único municipio de la metrópoli con un adeudo mayor a su presupuesto anual.Un caso preocupante es el de la administración de El Salto, que incumple con informar en su sitio web sobre el estado de sus pasivos a largo y corto plazo desde que inició la administración hasta la fecha. La académica Angélica Cázares Alvarado, del Departamento de políticas públicas de la Universidad de Guadalajara, señala que los Ayuntamientos enfrentan un gran reto de cara a los impagables pasivos que arrastran desde hace años. Aunque el Cabildo es responsable de aprobar las deudas, refiere que la Comisión de Hacienda en el Congreso del Estado también tiene facultades para discutir los endeudamientos; sin embargo, “nos ha quedado a deber”. Al ser un tema tan importante para las finanzas públicas municipales, la especialista sugiere que el Sistema Estatal Anticorrupción revise los endeudamientos, “habría que ver el estatus de cada municipio y si cumplen los lineamientos de la ley de Deuda Pública”. Alberto Bayardo, especialista en política y gestión pública del ITESO, pide revisar las condiciones de pago de las deudas, “son manejables siempre que no impacten en el flujo diario, el problema es cuando los Ayuntamientos se quedan sin capacidad de atender los servicios públicos”. Para evitar este problema, recomienda fiscalizar el estatus de todas las deudas con el fin de prevenir actos de corrupción, pero también sugiere que los Ayuntamientos realicen una planeación presupuestal con mayor rigor para plantear los posibles escenarios a enfrentar y prever las acciones que podrían realizarse sin necesidad de contraer más pasivos.SABER MÁS Los pasivosLa deuda municipal se divide en dos rubros: los pasivos fijos, que es la deuda contraída con la banca comercial, y los pasivos circulantes, que están compuestos por las obligaciones pagaderas en un plazo menor a 12 meses, como son el caso de aguinaldos, retenciones y pago a proveedores, entre otros.Los empleados que se encuentran sindicalizados no pueden ser despedidos. EL INFORMADOR/ArchivoLA VOZ DEL EXPERTOAlberto Bayardo (académico del ITESO).Para evitar que las nóminas municipales sigan engordando, el coordinador de la Maestría en política y gestión pública del ITESO lanza un llamado a los Ayuntamientos para frenar las basificaciones.“No deben basificar a quien no corresponde, a quien se le acabe el nombramiento, se le venció y que busque chamba en otro lado”. Ésta sería una de las acciones más sencillas, pues los empleados que se encuentran sindicalizados no pueden ser despedidos por sus derechos adquiridos, de lo contrario enfrentarían problemas de laudos millonarios. El problema es que las administraciones locales no tienen un diagnóstico sobre las necesidades de personal en las diferentes áreas y dependencias, por lo que recomienda realizar un estudio de las áreas que más demandan la atención de la ciudadanía para que las siguientes administraciones puedan redistribuir al personal. El otro problema es el servicio profesional de carrera, “sería recomendable implementarlo porque no depende de méritos políticos, además ayudaría a mantener estable la plantilla laboral”.Beneficiaría que los mejores perfiles se queden con las vacantes, independientemente de los cambios de administración.
