¿Y la emoción os hará libres?

Un paso a la vez, pero seguro y comprometido, en el que pueblo y Gobierno establezcamos la planeación participativa, que lejos de ser moda o un nuevo descubrimiento, es la enseñanza de nuestros ancestros; la ruta que marcan la razón y la lógica; es también la fórmula que los países ricos vienen aplicando en las últimas décadas para construir su desarrollo.
Para nadie es un secreto que transitar hoy en día por cualquier rumbo de la zona metropolitana significa una verdadera odisea, ya no se diga por las principales calles de Guadalajara.
De ahí la importancia de la intención de crear un Plan de Reordenamiento Urbano Territorial Intermunicipal —en el que ya se está trabajando— para recuperar lo que sea posible y para restaurar lo que sea necesario, con tal de rehacer más habitable la capital tapatía y su zona metropolitana.
Así, el rescate de espacios públicos para la convivencia familiar, de áreas verdes y lugares para ejercitarse y practicar algún deporte, pueden ser la pauta para ganar la carrera a “su majestad el auto”, aunque se requiere que paralelamente se provoque la concientización de usuarios, concesionarios, operadores y autoridades correspondientes para asumir una actitud que permita más calidad de vida y la oportunidad de ensayar el desarrollo humano, que insisto, debiera ser el punto de partida.
Todo ello, sin dejar de lado la implantación de un sistema de transporte colectivo que hoy por hoy lo único que provoca es contaminación, molestia, pérdida de tiempo, y lo peor: muerte de usuarios y peatones.
A la autoridad le debe quedar bien claro que “crear la emoción” y contagiarla sólo es el primer paso —ciertamente importante—, porque las cosas se hacen con algo más que eso, y… el trienio ya se dirige hacia su fase de término, lo que hace necesario ir preparando a la ciudadanía para que nos pongamos “la pila” y no permitir que profesionales de la mentira y la demagogia nos vayan a engañar con sus ya trilladas falsas promesas.
Debemos de estar atentos a la actuación de quienes hoy detentan una responsabilidad y anuncian con igual “emoción” su deseo de suplir en la responsabilidad a Alfonso Petersen Farah, porque la “cirugía” que requiere nuestra ciudad no puede realizarse en medio de un cochinero político como el que han creado los miembros de un partido y otro (todos).
El aliciente de ser la sede de los Juegos Panamericanos en 2011 —y todo lo que políticamente éstos conllevan— es un buen acicate para no bajar la guardia y para llevarnos a la búsqueda de nuevos estadios.
Empero, cuatro millones 200 mil habitantes no podemos depender sólo de la emoción de un funcionario. Su equipo de trabajo debe actuar a la par en la búsqueda del desarrollo, con creatividad, honestidad y conciencia de que tienen los días contados.

CUAUHTÉMOC CISNEROS MADRID / Presidente de Comunicación Cultural, A.C., Asociación de Periodistas de Prensa, Radio y T.V.
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