Jueves, 28 de Marzo 2024

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Visión y decisión

Por: EL INFORMADOR


Digno de aprecio es el esfuerzo del Presidente Felipe Calderón al promover el Acuerdo por la Seguridad Nacional, que al concluir esta semana ajustará los 100 días propuestos para conocer resultados y continuar. ¿Cómo?
 
El cambio obligado

Los espacios en los medios de comunicación son amplios, aunque insuficientes, para difundir la información derivada de ilícitos e imprevistos que manchan de sangre el territorio nacional. Hasta ahora la frecuencia se atribuye a los tentáculos del narcotráfico, sin descartar factores económicos, incidiendo en la proliferación de eventos tan inesperados como indeseables.

En estos 100 días sobresale la muerte de los señores Juan Camilo Mouriño y José Luis Santiago Vasconcelos, que por la importancia de sus cargos en el Gobierno federal y concretamente en la lucha que libra contra el crimen, deja una estela de amargura e insatisfacción acerca de mejores resultados, puesto que la versión oficial establece alguna forma mínima de irresponsabilidad. En otro orden no menos importante para la población está la paridad reducida en una tercera parte durante los 100 días, y en el mismo lapso el sometimiento comunicacional que ubica a México en el primer lugar de riesgo para periodistas.

“Hasta las últimas consecuencias”, es el lugar común de acontecimientos elevados a los encabezados en los medios que, como antes se menciona, abre el espacio de tiempo y forma a la investigación y en la práctica diluye el interés de la sociedad en su débil memoria con nuevos acontecimientos atrayentes de su atención.

La excepción en las 32 entidades integrantes de la Federación se da apenas en 10 no asoladas por el crimen, que organizado o no deja hogares enlutados y campos de cultivo al rencor y desconfianza respecto a soluciones a problemas ancestrales de pobreza; justificadora ésta de actitudes antisociales.

El próximo lunes dará principio el mes festivo y final del año con toda su carga de entusiasmo, ahora mermado por la preocupación del derrumbe financiero mundial que hace 100 días no se ubicaba como parte del entorno. Ahora provoca reflexión respecto al uso ponderado de recursos para enfrentar la cuesta, no sólo tradicional de enero, sino la de 2009 que adicionalmente trae cambio de gobernantes en los Estados Unidos, en el Congreso mexicano, el jalisciense y sus 125 municipios.

“El horno no está para bollos” (perdón por el uso y abuso de las frases populares) y si en el pasado teníamos la potencial salida al Norte para eludir la crisis; lo mismo en lo personal, empresarial o gubernamental, ahora por allá tienen su propia incertidumbre con cambios que darán un giro a su vida y a la de millones de habitantes en el mundo.

Ni falso optimismo o amedrentador pesimismo. Ambos son nocivos. Las circunstancias nos ubican en una realidad exigente de ponderación a partir del empleo eficiente de los recursos en todos los niveles, y quizá el primero sea en el ámbito gubernamental, donde es operable el adelgazamiento del gasto corriente, técnicamente justificado por la incorporación de equipos requirentes de menos personal. Y sobresale el reclamo de disminuir representantes, los llamados legisladores (500 federales con 200 plurinominales), cargando un elevado número de asistentes, auxiliares y asesores.

Dios nos guarde de la discordia.

CARLOS CORTÉS VÁZQUEZ / Consultor en comunicación.
Correo electrónico: sicpm@informador.com.mx

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