Señores del Premio Nobel

No hace mucho, alguien me contó cómo eligen a los ganadores de los premios Nobel, sobre todo al de Literatura. Seguramente se me ha olvidado algún detalle, pero lo que recuerdo aquí va. Así, reuniones literarias, gobiernos, academias, grupos de lectores y conjuntos afines mandan a la academia de Suecia a sus favoritos. Los doctos de Estocolmo los estudian, así como a los que ellos mismos han elegido, y de todo ese trabajo bien hecho, debe ser muy arduo, pero en ocasiones muy divertido, surge el ganador.

Yo me pregunto si ese trabajo lo hacen concienzudamente, hay compromisos o chapuzas, y en estas dudas me apoyo, porque varios de los premios de esta clase son una desilusión o una especie de timo para el auténtico lector.

La señora Doris Lessing ha sido la última galardonada, a sus 89 años de edad. La propaganda que de su obra hizo la prensa me movió a desear conocer algún libro de ella. He leído dos: “Diario de una buena vecina” y “El sueño más dulce”. Y ya he tenido bastante. No sé si es que no comprendo sus méritos, pero ¡cómo me he aburrido! Sus méritos, que han de ser muchos puesto que en su bagaje de escritora cuentan premios importatísimos como el Príncipe de Asturias de Letras, el Somerset Maughan y el Premio Nobel.

En “Diario de una vecina” narra cómo una mujer todavía joven se interesa por la salud de una anciana que tiene muy mal carácter. Va sucia, su casa está llena de montones de ropa vieja y basura, la cocina de trastes sin lavar. Bueno, abrir la puerta y entrar produce náuseas, y además se capta que sus esfínteres no le funcionan bien y está frecuentemente húmeda, llena de heces muy mal olientes. La amiga la baña, cambia de ropa, se mancha de esos desechos y da oportunidad a la autora a llenar varios capítulos con la vulgar palabra aplicada a esas heces, de modo que el libro parece escrito en un W.C.

Quizás para los eruditos señores de Estocolmo sea una belleza. Quizás yo no entienda esas exquisiteces.

Pero volviendo al método de señalar cómo se elige en Suecia al premiado, creo que leer tanto libro ha de marear al juez lector por obligación, Y habrá veces que sólo verá letras sin poder discernir qué dicen. A mí me sucedía cuando trabajé en una editorial y tenía que leer un montón de páginas, no me enteraba de todo.

Hay años en los que observamos que el premio estuvo bien concedido: Octavio Paz, Saramago, García Márquez; otros eligen a un escritor como relleno, no hallan otro que diga algo: Camilo José Cela; y alguna vez va a parar a ciertos personajes que se ve a las claras es un compromiso político, como Winston Churchil.

El caso es que Doris Lessing venderá este año muchos libros. Felicidades. Yo he tenido bastante con los dos señalados.

GABRIEL PAZ / Escritora.
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