Regaño

ENTRE VERAS Y BROMAS                

“Admonición”, “reprensión”, “regaño”, “llamada de atención”... Esos, entre otros, fueron los conceptos alusivos al mensaje que el Presidente Felipe Calderón dirigió, el domingo, a más de 500 personas, englobadas genéricamente por los medios como “el panismo nacional y funcionarios emanados de sus filas”.

—II—

Si dos o tres días antes se le había quebrado la voz, emocionada (¿conmocionada?) por la tragedia en que perecieron el secretario de Gobernación y 13 personas más, la misma voz, el domingo, en el homenaje luctuoso a Juan Camilo Mouriño, resonó como pocas veces. Calderón incluyó en su discurso vocablos que, dirigidos por un Presidente a sus correligionarios, rara vez trascienden a la luz pública... Su demanda de hacer a un lado “la ‘muina’ (mexicanismo por ‘mohina’: enojo, disgusto, tristeza), las mezquindades (entendidas como faltas de nobleza de  espíritu) y ruindades” (acciones viles, bajas y despreciables), se interpretó como un ajuste de clavijas, sí..., pero también como un diagnóstico de que tales actitudes, negligencias y defecciones han llevado al Partido Acción Nacional a declinar en el ejercicio del Gobierno; a quedarse por debajo —en algunos casos muy por debajo— de las expectativas de quienes votaron por sus candidatos; a perder espacios en ulteriores procesos electorales.

Ese mismo día, la “vox pópuli”, convocada a renovar alcaldías en el Estado de Hidalgo, emitió su veredicto. La prensa lo consignaba así: “El PRI se anotó otro triunfo electoral contundente en este año, con lo que cierra 2008 con seis victorias: Quintana Roo, Nayarit, Guerrero, Coahuila y dos veces en Hidalgo”.

—III—

Hay quien infiere que en Jalisco están encendidas las luces amarillas. A casi 15 años de que la susodicha “vox pópuli”, también aquí, se pronunció por el cambio, se antoja que se consumió el plazo de gracia para los nuevos gobernantes. Hubo benevolencia para sus novatadas... Lo deplorable fue que de ahí se saltara a los excesos y a los indicios de que los gobernantes de nuevo cuño, además de que no fueron más aptos que sus antecesores, no quedaron exentos de la maldición de que “el poder corrompe”.

Colofón: ya se advierte quién puede perder las próximas elecciones en Jalisco... (¡Lo que aún no se vislumbra es quién rayos podría ganarlas!).