| “Reforma” Por: EL INFORMADOR 21 de junio de 2008 - 23:00 hs Ayer decíamos... Pues con motivo del nombramiento del senador Madero en substitución de Creel como pastor de los azules en la Cámara alta ya se dio un cambio, que para muchos resultará intrascendente, pero que a mí me gusta y es el designar la reforma como lo que es, un proyecto de reforma a Pemex y no como pomposamente se le quiso llamar reforma energética cuando en realidad no trata nada de las otras fuentes de energía sino exclusivamente del petróleo y sus derivados y aunque algunos periodistas consideran el cambio puramente cosmético sin embargo, para mí que no soy periodista, ni nunca he pretendido serlo me parece que la verdad siempre será la mejor manera de empezar una conversación. El asunto tiene de por sí muchos bemoles el primero y más grave es que la iniciativa ni siquiera toca el tema de la corrupción en Pemex, en la que funcionarios y sindicato son, a mi juicio, desde siempre cómplices y secuestradores de esa empresa en perjuicio de los habitantes de este país. No es un asunto fácil, son muchos, pero muchos años en que este contubernio maligno se ha dado y creo que es tiempo de empezar a combatirlo, cuando menos señalarlo oficialmente. Otro problema es el haber aceptado este absurdo debate del que dudo salga nada positivo y no creo aporte nada, es como juego de locos, los juristas hablan de petróleo, los expertos de petróleo hablan de Constitución y los políticos de dejarse ver y poner cara de que entienden. No se qué pasó, cuando llegó la iniciativa parecían estar de acuerdo los del PAN obedeciendo la voz del amo y al parecer ya tenían arregladitos a los del PRI y con los votos de ambos hubiera salido la reforma, así es el juego, los más muchos les ganan a los más pocos, esa es la democracia y si no nos gusta pues habremos de cambiar de sistema. Que “El Peje” y sus huestes hubieran pataleado, ni dudarlo, pero no se hubiera perdido tanto tiempo y lo que falta, ya que ahora se está hablando de una consulta nacional, para la cual llevaría meses y hasta años simplemente aprobar las cuestiones a consultar. Por eso creo muy difícil que se logre la reforma propuesta por el Presidente y ya sabemos que cuando el Congreso mete la mano ensucia hasta la basura. Total que los que pierden son los ciudadanos. Ahora bien, a mí no me parece que se trate de una reforma anticonstitucional –aunque de tanto escuchar que lo es ya mucha gente comience a creerlo- veamos lo que dice la Constitución: En el tercer párrafo del Articulo 27 en lo conducente dice: “Corresponde a la Nación el dominio directo de todos los recursos naturales….(entre otros) el petróleo y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos”. El dominio directo significa la propiedad, no necesariamente el goce de ésta. En el párrafo quinto del referido Artículo dice: “En los casos a que se refieren los dos párrafos anteriores, el dominio de la Nación es inalienable e imprescriptible y la explotación, el uso, y el aprovechamiento de los recursos de que se trata, por los particulares o por sociedades constituidas conforme a las leyes mexicanas, no podrá realizarse sino mediante concesiones otorgadas por el Ejecutivo Federal, de acuerdo con las reglas y condiciones que establezcan las leyes”. Con lo que se establece claramente que puede concesionarse conforme a las leyes. Y más delante establece: “Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radiactivos, no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado y la Nación llevará a cabo la explotación de esos productos, en los términos que señale la ley reglamentaria respectiva”. De esa manera la Constitución con más de 400 modificaciones no regula la transportación, lo que sí hace la ley reglamentaria que es la que se pretende modificar. No podemos pretender que una ley cambie al gusto de todos cada que no guste a alguien, pero las leyes se hacen para los hombres y no los hombres para las leyes y en este país en el que esta semana casi llegaremos a las 500 modificaciones a la Constitución y nos rasgamos las vestiduras por cambios en una ley reglamentaria. Lo que constituye el problema de Pemex es la corrupción, la económica y la de la ineficiencia de la meritocracia de funcionarios y sindicato. Ese es el problema toral, lo demás por sí solo se arregla. CARLOS ENRIGUE / Abogado. Correo electrónico: ayerdeciamos@hotmail.com Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones