Jueves, 28 de Marzo 2024

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Prohibido el paso

Por: EL INFORMADOR

Se han cumplido 20 años de la demolición del Muro de Berlín, y son muchos los comentarios que tan importante hecho ha suscitado.

Recuerdo la impresión que entonces nos causó la noticia inesperada, una noticia grande, ese muro que realmente dividía el mundo, desapareció.

Hubo gente que se llevó como recuerdo cachitos del muro. Merecía la pena. Explicar a los jóvenes de hoy tal peripecia histórica es difícil.

Yo me he dicho: “Cayó el Muro de Berlín... ¿y los otros?” Porque hay muros de muchas clases y por todos los lados. Muros humanos que ponen a los hombres en una especie de jaula invisible, pero dura, “porque no eres de mi clase”; muros de pobreza: “No comes porque no eres rico”. Muros entre países que se llevan aparentemente bien pero se desprecian por su historia, geografía o posición terrestre.

Se ha señalado que el presidente Obama no asistió a esta fiesta de la libertad, significativa celebración. Fueron muchos dignatarios, él no. La conmemoración era más bien europea y el señor Obama es un señor norteamericano, aunque con cierta notoriedad.

Además ha de estar muy ocupado con el otro muro, el suyo, el que se construye al sur de los Estados Unidos para que no pasen los pobres, los pobres mexicanos a ganarse la vida que su patria no les da. “Prohiiiiiibido el paso”.

El que llega y logra un trabajo, pasa apuros, envía a sus familiares los ahorros obtenidos con sacrificios, y éstos que suman (o sumaban) miles de dólares eran un buen remiendo para la economía del país que no supo darles alimentos.
¡Cuántos han dejado la vida en este intento! ¡Cuántos pasan las horas desarrollando humillantes trabajos!

No sé qué sentirán los otros mexicanos , los que pueden quedarse, pero a mí me da dolor y vergüenza.
Mientras, los diputados, que tienen que defender y lograr el bienestar del pueblo, pierden el tiempo a ver si consiguen una montaña de dinero para ellos y su partido. Otro muro alto e infranqueable.

Si todos meditamos en el significado hondo de la caída del Muro de Berlín, algo haríamos para que cayeran los muros que existen sin razón, sin sentimientos humanos.

De ese muro y su desaparición pueden hablar con propiedad los que pasaron por esa experiencia, pues en los primeros días los de la Alemania Oriental fueron discriminados por los de la parte Occidental, ya que ofrecían su trabajo a menor precio.
Ahora todos son iguales, se ha caído el muro de verdad, eso creo. ¡Que se caigan todos! Los construidos con piedra, los construidos con malas intenciones.

GABRIEL PAZ / Escritora.
Correo electrónico: macachi809@hotmail.com

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